»Esta es la continuación del escrito que empecé y que compartí bajo el título «Ir al Psicólogo por primera vez desde la niñez» puesto en el foro de Depresión/Ansiedad.
Sigo buscando cuándo empezó realmente para mí, la depresión, la ansiedad y las ganas de morir…
Y he sacado esto…
»Sinceramente, haber perdido mi casa, mi felicidad y todo lo que era mi mundo con 8 años fue doloroso, sí, muy doloroso.
Pero no fue ahí. No fue ahí donde empecé realmente a sentirme así. No. Incluso con ése dolor, yo seguí queriendo vivir. Porque era inocente, ingenua, bastante tonta y tenía mi mundo, mi propia burbuja de imaginación donde todo estaba controlado, iba bien y era perfecto.
Por eso nunca me afectó demasiado la crueldad, el bullying o las agresiones de otros niños en el colegio. Tenía algo valioso en mi interior que opacaba todo eso. Y tenía esperanza. La esperanza de que algún día encontraría fuera todo lo maravilloso que yo llevaba dentro.
Hasta que empecé el instituto. Todo empezó en el patio. Era un día recreativo., ponían música en los altavoces y la gente estaba dispersa en grupos aquí y allá hablando y cosas así. Excepto yo. Yo estaba sentada sola en una grada, escuchando la música con una funda donde tenía algo que había escrito, que no recuerdo porque yo escribía mucho. Tal vez fuese rap.
Alguien me lo quitó, lo leyó y dijo que le gustaba. Una chica. Se lo pasó a un grupo y no me lo devolvían. Llegó un chico, se los quitó y sin leerlo, me lo devolvió. Yo lloraba, pero no era por eso. Habían puesto Imagine de John Lennon en los altavoces y por alguna razón me había llegado al alma, aunque yo no entendía ni papa de inglés.
Más tarde busqué la letra de la canción. Y de golpe entendí cómo era realmente el mundo, éste mundo. Algo se rompió en mí ése día. Fue la comprensión real de dónde me hallaba.
Guerras, muerte, la esencia egoísta y destructiva de la humanidad…
Hasta ése momento había podido soportar muchas cosas en mi vida.
El maltrato, el desprecio de mi madre, el abandono de mi padre, el pasotismo de mis hermanos, no tener amigos, el bullying, las críticas constantes, el no encajar por estar gorda, e incluso que me quitaran de golpe todo lo que fue mi felicidad a los 8 años. Todo por la esperanza.
Ésa esperanza se había roto en pedazos.
Ahí fue cuando empecé a odiarme. Cuando empecé a deprimirme, a fingir, a querer morir.
No pude soportar la realidad de este mundo. Tendría 12 años y descubrí qué significaba ser humana, y sólo había que observar los hechos:
Destruir hábitats, extinguir especies, matar para comer o por crueldad, creernos mejores por ser diferentes, las guerras, el egoísmo…
En definitiva, yo no quería formar parte de todo eso. No quería ser un monstruo.
No había nada, por bueno que fuese, que pudiese borrar o compensar todo lo malo.
Yo nunca, NUNCA, querría una comodidad y en definitiva, una felicidad, o una vida, a costa de la destrucción de la naturaleza, los animales y sus hábitats.
Ni tampoco con ése lado oscuro; la crueldad, el odio, ira, sed de poder, codicia.., esas cosas que provocaban unos actos que me rompían el alma y la esperanza de encontrar ese lugar que yo llevaba por dentro, allá afuera.
No lo encontraría.
El mundo nunca sería como yo creía que era.
A partir de ahí, empezó todo.
Los intentos de suicidio, los cortes, el autodesprecio…
La realidad de este mundo acabó conmigo a los 12 años.
Ahora sé que nunca me «curaré».
Nunca saldré de este estado.
Porque mi esencia me impide sentirme bien con lo que supone esta vida, esta realidad y ser humana.
Mi alma no está en sintonía con la situación de entonces, y mucho menos con la de ahora.
El mundo sólo fue y va a peor por culpa nuestra.
Y siempre odiaré a la humanidad por ello y en consecuencia, a mí misma.
Nadie puede devolver las especies que se han extinto.
Ni mucho menos van a cambiar su comodidad por las especies que quedan.
Arrasaremos con todo. Hasta que nos destruya nuestra propia destrucción…
Entonces, ¿por qué debería «curarme»?
Estoy enferma de realidad desde hace 15 años.
De verdad, si tan inteligentes somos, no entiendo por qué nuestra comodidad, vida y felicidad conlleva todo eso para las demás vidas no humanas, pero que me parecen igual de importantes.
Es demasiado cruel.
Quizás si me lo hubiesen explicado desde el principio, ¿podría haberlo aceptado y asimilado mejor? No lo creo.
Se acabó eso de «hay buenas y malas personas», eso de «las acciones nobles te harán noble» y eso de que todo el mundo pacífico y maravilloso de mi cabeza podría ser real.
No.
No hay buenas personas.
Tú puedes ser espiritual, reikista, de mente abierta, ayudar a los pobres, o la causa noble que se te ocurra…
Pero si tu existencia o la de cualquier otra persona, implica todo lo mencionado;
muerte y extinción de animales, destrucción de hábitats y por ende de la naturaleza.,no eres buena persona.
Yo tampoco lo soy.
Y nadie lo es, por mucho que quieran engañarse bajo el pretexto de las buenas acciones.
Lo único que nos salvaría sería un cambio radical.
Y si la única razón por la cual no lo hacemos es comodidad, merecemos la extinción y todas las consecuencias de nuestros actos a lo largo de la historia.
Y me incluyo.
Me duele demasiado la situación real. Me importa.
A mi alma le importa.
Porque lo mejor que tiene este mundo, lo mejor, nunca hemos sido nosotros.
Ha sido la vida que tiene.
La naturaleza, sus animales.
Y lo estamos destruyendo y nos estamos destruyendo por ello.
Deberíamos conectar de una vez con nuestra alma.
Si yo con 12 años pude comprenderlo…
¿Por qué tú no?