Yo tengo algo parecido, aunque lo mío es mental (sé que hay gente que tiene un problema físico, pero te cuento mi situación).
Tomo pastillas para dormir y aun así algunas noches me levanto tres o cuatro veces al baño, aún cuando en el rato antes de dormir he ido unas cuatro o cinco veces más (pura ansiedad, supongo).
Pero nada, he asumido algunas estrategias. En aviones, siempre sentada en el pasillo. En buses, en el asiento del pasillo y ojalá cerca del baño (ahí tengo que aceptar que esos asientos tienden a recibir más olor a baño, pero ni modo). Si voy a un concierto o al cine, voy al baño siempre antes del inicio de la función o del show (y, por supuesto, lo más cerca del pasillo). Básicamente voy a cada baño que localizo: voy cuando salgo de un restaurante (y a veces cuando entro), en los museos, hay ciudades con baños públicos limpios (en Tokio, por ejemplo, encontré baños en casi todos los parques; en Nueva York encontré baños en casi todas las iglesias).
Tengo algunas respuestas tontas preparadas para quien se mofa de que soy «meona»: que le salí a mi padre, que me falla la próstata (alguno me ha explicado que yo no tengo próstata y pos me río), que estoy censando baños, qué se yo.
No sé si algo de esto te sirva. Como te digo, no son soluciones, pero tal vez al menos alguna estrategia te inspira.
Ánimo.