Lo de ligar o no ligar es un tema de actitud. A mí me pasa como a ti, tengo una actitud tímida y retraída, pongo mucha distancia con la gente de primeras, y cuando cojo confianza y la persona me gusta, los trato lo mejor que puedo, como haría con un amigo. Friendzoneo sin darme ni cuenta, emito las señales totalmente equivocadas y la gente se hace una idea de mí que no es real. Luego, claro, todos me dicen cosas del tipo «y tú por qué no tienes novio? Si eres la caña» y cosas así, pero nunca me consideran ellos como pareja.

A mí me ayudó mucho ir al psicólogo, la verdad. Me dio varios consejos para exprimir mis habilidades sociales, para hacerme más asertiva, menos tímida. Lo de quererme lo estamos trabajando todavía, pero lo otro la verdad es que funciona. Poco a poco, sin darme cuenta (y a veces a propósito y haciendo esfuerzos enormes), he ido cambiando esa actitud al relacionarme con los demás y te puedo decir que, al menos en mi caso, la diferencia se nota. Parece una superficialidad y una tontería, porque yo no iba al psicólogo para eso, pero desde que voy he ligado más que nunca (y no estoy en mi mejor momento estéticamente, porque he engordado bastante). E incluso he encontrado al chico que es mi pareja ahora y que, curiosidades de la vida, no es tóxico, que es lo que caracterizaba a los pocos tíos con los que he salido y con los que nunca la cosa funcionó más allá de unos pocos meses. Porque mi actitud sería la equivocada, pero tengo el bastante genio como para no querer personas tóxicas y controladoras en mi vida. Y estoy tan acostumbrada a estar sola, que no necesito aguantar a nadie por estar en pareja.

Así que yo te recomendaría que busques ayuda. Pedir ayuda para solucionar cosas que te molestan, que te preocupan o que te hacen no poder disfrutar a tope de tu vida, no es nada de lo que avergonzarse. Yo estoy encantada con mi terapia. A mí me han ayudado enormemente.