Desde que tengo uso de razón he vivido acomplejada por mi cuerpo. Nunca he tenido suerte en el amor, me considero una eteeeeerna sufridora.
Mi primer beso fue a los 22 años, con un chico 12 años mayor que yo y el que siempre consideraré el amor de mi vida. Fue una historia muy oscura, con mucho dolor de por medio y un ‘querer y no poder’. Nunca he tenido novio, después de él vino una gran depresión, perdí mucho peso, me apunté al gimnasio y en un intento de resurgir de mis cenizas me vi fuerte y me puse más guapa que nunca. Luego vinieron más chicos, pero nunca nada serio. Una enamorada del amor, a cada persona que conocía la veía como el amor ideal, el futuro padre de mis hijos… y NADA. Decepción tras decepción y al final todos terminaban desapareciendo.
Hace un mes estando de fiesta conocí a un chico. Para mi fue un auténtico flechazo. Empezamos a hablar y hubo conexión, todo fluía. Vino a mi casa, pasamos la noche juntos y al día siguiente me escribió. No vivía en mi ciudad así que marchaba, nos pasamos toda la semana hablando por whatsapp sin parar. A los tres días de estar hablando me propuso pasar ese fin de semana juntos en un punto intermedio de la distancia que nos separa. Acepté encantada y la verdad que fue perfecto. Me cogía de la mano por la calle, tenía mil detalles… Seguimos así, hablando cada día por whatsapp, un fin de semana fui a su ciudad y estuvimos genial. En el sexo no nos entendíamos del todo bien y aún así todo era bonito y genial hasta que un día él me dijo que nos estábamos metiendo en algo raro y peligroso. Me dijo que no sabía, que estaba muy agobiado porque yo había tenido muchos detalles con él y que no era el momento.
Desde ese día ha dejado de darme los buenos días y las buenas noches, se pasa el día en línea y me lee de tarde en tarde… apenas hablamos o me responde muy frío y… no quiero seguir agobiándole pero necesito saber YA si quiere seguir viéndome o no.
Él está empezando una nueva vida en su nueva ciudad y entiendo que tenga que dedicar mucho tiempo a socializar pero sólo quiero saber si en sus planes sigo estando yo. No me atrevo a preguntarle si con todo su agobio sigue teniendo ganas de volver a verme.
Creo que le pesa la distancia y el hecho de que yo me haya enganchado tantísimo a él.
Necesito ayuda chicxs, necesito un consejo. ¿Le dejo espacio, dejo de escribirle aunque me queme por dentro? ¿le pregunto si tiene ganas de volver a verme? Lo último que sé es que ‘no sabe’. Pero lo deja en el aire: ‘no sé, no sé’ me dice…
Vivo con un nudo en el estómago y lo peor de todo es que sé que a pesar de que es verdad que estoy muy enganchada a él, todos los problemas radican en mi falta de autoestima porque el día que me quiera de verdad y sea capaz de bajarme la luna yo solita no necesitaré que nadie venga a regalármela.
Aún así, ayudadme por favor… estoy muy perdida.