Hola ¿qué tal? Yo fatal. No tengo a quién contarle todo esto así que ahí os va, con permiso, me desahogo por aquí.
Trabajo en una oficina en un pueblo MUY pequeño (menos de 100 habitantes). Somos seis trabajadores pero con esto del coronavirus, los que no viven en este municipio van a trabajar desde casa. Así que nos quedamos aquí sólo dos: mi compi y yo. Mi compi es hermano de mi mejor amiga.
Bueno, cuando empezó todo esto yo hice lo que no había que hacer: traer a mi abuelo y mi tío al pueblo. Sé que no tenían que haber venido, que se tendrían que haber quedado en su casa en Barcelona. Pero es que allí no tienen ni un mísero balcón, y entre que mi abuelo va para los 90 años (aunque casi sin ningún problema de salud) y mi tío es discapacitado, en mi familia entramos en pánico y pensamos que lo mejor sería que se vengan al pueblo conmigo.
Ahora yo estoy CAGADA de miedo, por que mi pareja sí tiene que seguir yendo a trabajar cada día, aunque sólo sea unas horas y con todas las medidas de seguridad posibles. Además un vecino del pueblo de al lado ha dado positivo en el virus. Encima tengo que llevar a mi tío al médico (al médico de ese pueblo) la semana que viene para que le quiten unos puntos que tiene en la boca. La nevera poco a poco se vacía, me da terror ir a comprar y coger yo el virus y pasárselo a mi abuelo. Y bueno, ya de por sí suelo tener bastante ansiedad.
Pues eso, tengo mucha ansiedad. Me duele la barriga y la espalda y lloro a cada momento. Pero bueno; ya se me pasará.
Pues bien. No soporto a mi compañero. No para de decir que todas estas medidas son exageradas. Dice que si se mueren los abuelos pues mejor, que hay demasiados abuelos en el país consumiendo de la hucha de pensiones. No para de hacer la bromita de toserme encima. Se ve que en reino unido la medida ante el coronavirus es no hacer ninguna medida, ha salido algún político lumbreras a decir que esto es una selección natural y mi compañero no puede estar más de acuerdo. Dice que todo esto debería ser ilegal por que a él le están recortando el derecho de salir a la calle o de ir al cine. DE IR AL CINE.
Él, en verdad, vive en la ciudad más cercana y pretendía ir y volver cada día, pero ha tenido que ser nuestro jefe el que le ha dicho que le dio el trabajo por que estaba empadronado en este municipio, así que va a vivir en su casa de aquí estos días. Pues ya le imagináis, se sube por las paredes preguntándose el porqué.
En fin, chicas, de verdad estoy que no le he tirado una silla a la cabeza por respeto a la silla. Realmente estamos en despachos separados, pero aprovecha cualquier situación que yo salgo del trabajo para soltarme una perlita. Y sólo llevamos dos días.
Ya sé que lo que debería hacer es hablar con el compañero y decirle lo mal que me está sentando esto, pero yo creo que se va a reír de mí y punto.
Estoy a punto de ir al médico y decirle la ansiedad que tengo y que me está provocando esta situación y que me si me puede dar la baja por depresión y no tener que venir a currar. Total, todo está paradísimo y tengo super poco trabajo. Me estoy dedicando a ordenar papeles por que no hay mucho más a hacer.
No sé qué más decir. Mil gracias por leerme. Os leo a todas.