Si, somos más así.
Durante mi adolescencia tuve un cuerpo no normativo (Mido 1,75 y llegué a pesar 120kg). Tenía problemas familiares, una vida complicada, y me refugiaba en la comida. Sufría mucha ansiedad, y mi forma de satisfacer a mi cerebro era atiborrarme a comida basura.
Yo vivía con mi abuela desde los 16 a los 18.
Esos dos años fueron horribles. Me ponía una miseria de comida en el plato, me quedaba con hambre, y acababa hartandome a bollería en cuánto salía de casa. Si la familia venía a casa, y todos comían canelones, yo tenía ensalada. Lo único que provocó fue aumentar mi ansiedad y mi malestar conmigo misma.
Además, a mi me encantaba cantar. Y me decía que jamás llegaría a ningún lado por gorda.
En cuanto salí de casa de mi abuela (fue con ella cuando alcancé mi máximo peso), me fui a vivir sola, y empecé a hacerme mis comidas (lejos de lo que muchos puedan pensar, al irme a vivir sola, comía mucho mejor, en las cantidades que mi cuerpo necesitaba, y sin quedarme con hambre, con lo que dejé de atiborrarme a dulces) bajé de peso.
Ahora me dice que estoy demasiado delgada.
Yo, con distancia y madurez, lo atribuyo a su educación, a las ideas que tenían en la época. Ella además era modista, asi que lo de tener un cuerpo 10 era hiper necesario en su cabeza…
Son abuelas, y es su forma de mostrar preocupación. No digo que sea acertada, ni que esté bien. Pero intenta verlo con perspectiva.
Eso sí, yo le dejaría claro que tú decides qué comes, cuando y cuánto. Que le agradeces la preocupación, pero que no es su responsabilidad. Y que si no lo respeta, no comes más con ella ni vas a verla.