Reproducimos testimonio de una seguidora:

Bueno, vengo a abrir un melón, a raíz de los comentarios que siempre me hacen cuando me preguntan de quién son los nombres que llevo tatuados.

He tenido cinco parejas importantes, algunos acabaron bien y otros han sido personas horribles, pero me he tatuado el nombre de todos ellos.

La gente se escandaliza mucho cuando lo cuento, ya sea mientras estoy con alguien y anuncio que me voy a tatuar su nombre, o cuando ven que ya lo he hecho. Me cuestionan y me miran como si fuera tonta, como si hubiera cometido el mismo error cinco veces, algo así como “la primera vez, bueno, es de locos, pero vale, la compramos. ¿Pero cuatro veces más?”.

De verdad que no entiendo a qué viene tanto revuelo o por qué esto molesta a tanta gente. Siento que cuando lo cuento, de repente me ven como una choni o persona inculta, que necesita que la guíen en la vida para que no siga cagándola. Pero es que a mí estas personas me la sudan.

También me preguntan (o más bien me sugieren) si me lo voy a borrar. Me hablan de las maravillas que hace el láser y que seguro que, para algo tan pequeño, no me saldría muy caro. Todo esto cuando no les he pedido opinión, valoración o consejo. Se lo sacan de la manga y lo sueltan tan tranquilos, como si fuera la única verdad absoluta. Así que antes de seguir, lo aclaro. Me he tatuado el nombre de todas mis parejas y lo pienso seguir haciendo.

Necesito que alguien me explique por qué no puedo tatuarme el nombre de personas que son o han sido importantes para mí. Independientemente de como acabe la relación, (porque amigas, spoiler, todas acaban por A o por B) ellos habrán formado parte de mi vida, me habrán aportado amor, tiempo, experiencia y me habrán hecho crecer como persona. Para mi es una manera como cualquier otra de tenerles presentes, para lo bueno y para lo malo, y recordarme los aprendizajes y los momentos buenos.

No sé porque no se persigue de la misma manera a las personas que se tatúan la letra de una canción de Lady Gaga, el skyline de una ciudad donde han vivido, una escena de una película o la silueta de algún momento que fue importante. Para mí esto son cosas mucho más superficiales que haber compartido la vida con alguien y nadie va a decirles que vaya cagada acaban de hacer, o si se van a tatuar todas las letras que le gusten, o todos los skylines o todas las siluetas.

A mi porque me da igual, no me voy metiendo en lo que la gente hace o deja de hacer, pero hay personas que se tatúan “chorradas” simplemente por estética o porque les hace gracia, como un cactus, un avión de papel, un cactus o la cara de un indio americano con sus plumas, un lobo y figuras geométricas. A estas personas nadie les dirá nada más allá de si les gusta cómo queda o no, pero generalmente no se entra a juzgar si han tomado una buena decisión o si es una locura.

Además, que ni si quiera los llevo a la vista. La gente me los suele ver cuando estoy en bañador o llevo ropa corta en verano o en el gym. Y que, aunque se vieran, deberían generar el mismo debate que llevar tatuado un círculo o una casa.

Con mis amigas siempre tengo este debate, porque suelen soltar comentarios como “¿A este también te lo vas a tatuar? ¿Otro para el muro de los ex?” y a mí me revienta porque noto que, aunque no llevan maldad, lo hacen desde un punto de vista de superioridad moral o intelectual.

Por más que lo he hablado con ellas, no consigo hacerlas entrar en razón. No ven lo mismo tatuarte a tu novio, que tatuarte cualquier otra cosa sin sentido. Sinceramente, no lo entiendo, pero sí que me gustaría que al menos no se me cuestionase.

Así que, si tenéis a alguna persona en vuestro entorno que ha decidido tatuarse, os pediría que respetaseis su decisión. Quizás está siendo plenamente consciente de lo que hace y lo ha decidido así.