Cuando hablamos de autoexigencia hablamos de ese plus que le agregamos a todo lo que hacemos. Olvidando lo que ya estamos haciendo. Necesitas enseñarle a tu autoexigencia todo lo que estás haciendo y logrando. 

A veces te castigas por ser muy exigente contigo, crees que es un defecto que necesitas eliminar y déjame decirte que no tienes que eliminar tu autoexigencia. Lo que tienes que aprender, es saber cuándo ser exigente contigo y cuando necesitas bailar con la autocompasión.

Porque la autoexigencia tiene su funcionalidad. Te ayudará para poner límites o irte a tiempo de algunos lugares. Necesitas autoexigencia para levantarte del suelo cuando a nivel emocional no estás bien. Necesitas de tu autoexigencia para reconocer cuando otros están abusando de ti a nivel emocional o se están aprovechando de tu bondad.

Lo peligroso de la autoexigencia es caer en ese ciclo vicioso donde nada es suficiente y donde nos castigamos constantemente en ser productivas y poder con todo. Eso es desgarrador para nuestra autoestima y paz interior. A veces vas a necesitar dejar a tu autoexigencia debajo de la cama y reconocer que es lícito no poder con todo.

Incluso cuando no estás “siendo productiva” eres suficiente y válida. No caigas en esa trampa de creer que tienes que hacer más para aumentar tu autoestima. Una autoestima sana es el reflejo de conocer nuestras limitaciones y no castigarnos por aquellas cosas que escapan de nuestro control.

La autoexigencia se reduce con autocompasión. Y para eso vas a necesitar cambiar tu diálogo interior, encontrar dentro de ti otro repertorio de emociones donde tus palabras no sean siempre para destruirte.

Tu autoexigencia tiene lógica porque quizás fue la manera que aprendiste a buscar reconocimiento y sentirte válida delante de los demás.

Tu autoexigencia tiene lógica porque si vienes de un contexto donde siempre te exigían dar más de lo mucho que dabas, has naturalizado que tienes que romperte y exigirte en todo tiempo.

Tu autoexigencia tiene lógica porque ahí aprendiste a ver lo capaz que eres en algunas áreas. Tu autoexigencia no es un enemigo que se instala para destruirte. Al contrario, ese nivel de exigencia si sabemos sacarle un punto de equilibrio puede ser beneficioso para sostenernos y poder hacer realidad algunos sueños.

Alexa Dacier

Psicóloga online

 

Instagram: 

Alexadacier.psico 

Página web: www.seguimosalexadacier.com