Tengo una amiga que ha tenido un bebé hace poco. Ella, en contra de la moda, de los consejos y de internet eligió, por decisión propia darle biberón a su bebé en lugar de darle pecho.

El otro día fue al oculista y sin darse cuenta se vio discutiendo con él sobre las ventajas de la leche materna y de los beneficios para el bebé. «¿Pero yo no venía a mirarme la vista?».

La situación, aunque un poco surrealista es real y ocurre a todos los días.

Cuando me quedé embarazada de mi primer hijo, es algo que forzosamente tuve que plantearme. Mi inexperiencia me llevo a preguntar y consultar y todos acababan diciéndome cosas negativas. Que si hay que darle a demanda, que si no lo cogen bien, que si no se que de los pezones invertidos, que no sabes lo que toman, las grietas, que te muerden…ufff!.

Como ventajas solo me decían que era lo más natural y que así le pasaba las defensas al bebé y eso es irrefutable, pero leí en algún sitio que las defensas solo son útiles los primeros 15 días (no se si es verdad, no voy a entrar en eso) y encima tengo varias conocidas que, además de las defensas, le pasaron a la criatura sus carencias (una anemia y la otra salmonelosis, toma ya!), que seguro que son casos excepcionales pero muy guay no parece. 

biberón

Al final leí en alguna revista que lo mejor era hacer lo que te sintieses más cómoda que verte forzada a darle el pecho a tu hijo tampoco era bueno igual que no lo es al revés. Así que a los otros tres también les he dado el biberón.

Pero yo respeto todas las opciones.

Navego por internet y me topo con un montón de blogs y de páginas que hacen apología de la lactancia materna, hablan de la liberación, de sus derechos, de respeto y de no se que más y me parece genial, pero las demás también tenemos derechos y nos merecemos ser igualmente respetadas.

No me gusta que una camarera cualquiera me aconseje que le de pecho (la verdad que tampoco me gusta que me aconsejen amigas o familiares), no me gusta que me miren mal por darle el biberón, que me juzguen o que se crean que soy mala madre, no me gusta ni que insinúen  siquiera que no quiero lo mejor para mis hijos y no soporto que me hablen del vínculo famoso que se crea como si yo no lo tuviese.

alimentar

Así, que aún arriesgándome a la polémica que siempre traen consigo estos temas me atrevo a pedir un poco de respeto para las que damos biberón.

No siempre es por necesidad, a veces es por elección y tenemos derecho a esa elección porque creemos que estamos haciendo lo mejor, pero si aún así no lo fuera también tenemos derecho a equivocarnos sin que nos juzguen ni que nos critiquen ¿no?.

 

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