Odio, ODIO, que la gente me pregunte si le doy a mi bebé teta o biberón.

Me pone de los nervios, no lo domino.

No entiendo por qué lo hacen, qué necesidad tienen de saberlo.

Quiero decir, ¿por qué lo preguntas? ¿A ti qué te importa?

Al principio pensaba que la preguntita de marras me caía tan mal por las hormonas. Muchas otras cosas me sentaban mal sin motivo.

Sin embargo, el tiempo pasa y sigue tocándome las narices que venga cualquiera a interrogarme sobre la alimentación de mi hija.

En realidad, llevan preguntándomelo desde antes incluso de dar a luz.

¿Le vas a dar pecho? Decían.

Y yo pensaba: ¡yo qué sé, señora!

No sé ni cómo voy a hacer para traer al mundo una criatura de más de tres kilos a través de la vagina, ¿cómo voy a saber si seré capaz de lactar?

¿Y si no lo hago bien? ¿Y si me duele? ¿Si no tengo leche? ¿Si el bebé no la quiere?

¿Eh? ¿EH?

Odio que la gente me pregunte si le doy a mi bebé teta o biberón

"<yoastmark

A la gente le encanta saber. Y aún le gusta más opinar.

Independientemente de que a ti te interese o no su opinión.

Por algún motivo que se me escapa, todo el mundo controla de concepción, embarazo, parto y cuidados del recién nacido. Es una pasada.

Resulta que cometí la locura de ser madre estando totalmente desinformada.

Menos mal que todos a mi alrededor saben mucho más que yo. TODOS.

Imagino que es por esa razón por la que quieren saber cómo alimento a mi peque y por la que se sienten en disposición de aconsejarme sobre ello.

Desde mi familia (cuyos consejos aprecio de verdad, casi siempre), a la vecina del quinto. Pasando por aquella mujer que se sentó a nuestro lado en el parque y la que coincidió con nosotros en la cola de la charcutería.

Odio que la gente me pregunte si le doy a mi bebé teta o biberón

Puede que no sea para tanto.

Es probable que, por lo que sea, el tema me toque la fibra sensible y por eso mis reacciones son quizá un poco desmedidas.

Pero lo cierto es que solo pienso hablar de tetas y de biberones con mi matrona y con el pediatra de mi bebé.

Punto.

"<yoastmark

Porque realmente me parece una intromisión.

Tanto si respondo como si no, me siento juzgada.

Si digo que le doy fórmula, parece que soy mala madre.

Si digo que le doy pecho, parece que soy una nazi de la lactancia materna.

Cuando no me controlo y cuestiono dónde está el interés, soy una borde.

Por todo esto odio que la gente me pregunte si le doy a mi bebé teta o biberón.

Tal vez sea una paranoia mía, tal vez no.

Lo que está claro es que la alimentación de mi hija no le incumbe a nadie más que a mí y a su padre.

¿Estáis de acuerdo conmigo? ¿O sois de los que suelen preguntarlo?

 

Anónimo

 

 

Envíanos tus movidas a [email protected]

Imagen destacada de Anna Shvets en Pexels