Antes de empezar con este artículo me gustaría dejar claro que jamás antes había posado delante de una cámara para probarme diferentes modelos de ropa. Diré más, yo era esa chica que si podía iba sola de compras ante ese miedo a que nada le sentase bien y tener que hacer frente al gesto de desacuerdo de cualquier acompañante.

Y no me preguntéis qué es lo que ha cambiado, bueno sí, lo principal es que he aprendido a quererme y a gustarme tal y como soy. Con lo que aquí estoy, dispuesta a enseñaros algunos conjuntos chachis que he localizado en una de mis tiendas de referencia.

C&A me ha sacado de algún que otro apuro desde que mi talla aumentó hasta la 48-50. No lograba encontrarme cómoda ni con pantalones ni con faldas, los cortes de las prendas de otras tiendas me molestaban por todas partes, no iban con mi cuerpo. Así que cuando llegué a esa inmensa superficie y vi que tenía a mi disposición un buen montón de jeggins de colores variados, blusas, camisetas, abrigos… Fue como ver el cielo abierto.

En un principio me aficioné a sus vaqueros elásticos. Fueron los primeros, tras muchos años, que realmente se adaptaban a mí como yo quería. Más apretados, menos, más pitillos o más sueltos. Una absoluta maravilla que llegué a combinar de mil maneras. Y fue este el motivo principal por el que esta semana me propuse irme de compras, hacerme con otro par de pantaloncillos.

Decepción nivel máximo cuando agarré dos modelos y, una vez me los probé, me di cuenta de que ya no son lo que eran. A pesar de coger la misma talla que ya tengo cambiando únicamente el color, el tiro era claramente más bajo y me apretaba la barriga una barbaridad. ¿Me mosqueé? Un poquito, ¿pero seguí intentándolo con otras prendas? Evidentemente.

Aunque yo soy la reina de los calores, jamás tengo frío, no pude remediar llevarme al probador dos jerseys la mar de bonitos y abrigositos. Siempre he tendido a llevar partes de arriba que me cubran por completo la tripa pero de esta vez me animé y, ¿qué queréis que os diga? Pues que ni tan mal.

Llevo una talla XL y su precio es de 12,90 €.

Llevo una talla XL y su precio también es de 12,90 €.

Mi siguiente opción fue algo más habitual en lo que yo suelo vestir. Una chaqueta de algodón, bastante elástica, con una camiseta oversize incorporada. Muy cómoda y para vestir a diario, súper ponible.

En la foto llevo una talla XXL y su precio es de 19,90 €.

Otro conjunto, mucho más atrevido para lo que yo visto a diario. En vistas a que mi éxito con los vaqueros no había sido tal, me fijé en unos chulísimos pantalones de corte tipo chino y estampado de pata de gallo. Los únicos que quedaban, por suerte, eran de mi talla por lo que me lancé a crear un outfit molón. Encontré una chaqueta de lana que ofrecían en distintos colores, pero el tono rosáceo oscuro de la que os enseño me fascinó. Añadí al look una camiseta básica blanca de cuello vuelto. Todo un paso adelante para esta gordibuena acostumbrada a vestir holgada, y lo mejor es que me vi comodísima con las tres prendas.

El pantalón es una talla 48 y su precio es de 34,90 €, la camiseta blanca es una XL y cuesta 7,90 € y la chaquetilla es también una XL y su precio es de 14,90 € (¡y en caja me hicieron un 50% de descuento!).

Ya de venirme arriba, me fui a la zona de moda más elegante, y los ojos se me fueron directos a un top de lentejuelas hiper brillante. Que ya me estaba yo imaginando estas próximas Navidades reluciente en la cena de Nochebuena o dándolo todo de fiesta en fin de año. Lo combiné con unos pantalones negros completamente elásticos (y cómodos a más no poder), de tiro muy alto y con los que podía haber hecho hasta la voltereta.

El pantalón es una talla 48 y su precio es de 19,90 € mientras que el magnífico top es también una 48 y cuesta 29,90 €.

Para terminar me decidí por un abrigo de esos que no te quieres sacar de encima en toda la temporada de invierno. Winter is coming, amigas, así que hay que hacerse con un ‘guipuchi’ que nos de calorcito del bueno. El modelo que más me gustó fue el que os muestro a continuación. Con bien de pelito suave por dentro y de esos que puedes ponerte con mil looks distintos.

La talla que llevo puesta es la 50, y su precio es de 79,90 €.

Y así, de esta estupenda manera, ella que iba a comprarse unos simples jeggings de 9,00 € salió por la puerta de la tienda con casi todo el armario renovado. Suerte que contaba con un descuentillo de 10 euros en la cartera y el sentimiento de culpa no fue tanto.

Mi Instagram: @albadelimon

 

Post NO patrocinado. Es que somos así de majas :)