Me encanta Tina Fey. Nos ha regalado muchas risas como guionista en los Globos de Oro, Mean Girls, 30 Rock y SNL. Su papel de Liz Lemon en Rockefeller Plaza ya lanzaba mensajes contundentes sobre lo que significa ser mujer y Unbreakable Kimmy Schmidt (Ellie Kemper) hace lo mismo, con un montón de píldoras de feminismo.
Cuando empecé a verla, solo sabía la trama: Kimmy Schmidt es una de ‘las mujeres topo de Indiana’. Un grupo de mujeres que pertenecían a una secta y que fueron engañadas por un sacerdote (John Hamm <3 de Mad Men), durante 15 años para estar encerradas en un bunker creyendo que el mundo había acabado. Cuando por fin son encontradas y vuelven a salir al mundo, es el año 2014 y Kimmy es una treintañera, con mente de adolescente, y con IDEAS MUY CLARAS SOBRE LA MUJER.
Y es que lo que Kimmy conoce del mundo, lo aprendió en los primeros años de su adolescencia. Sin haber si quiera llegado al instituto, su personaje es bastante naif, con mucho carácter y ganas de ser normal, es incapaz de ver maldad al mundo que acaba de descubrir y se enfrenta con ganas a cosas como trabajar, el amor, las amistades con otros adultos y en general, lo que significa vivir una vida independiente. Todo esto la convierte en irrompible e imparable y le da el nombre a la serie.
Y así es como Unbreakable Kimmy Schmidt, en vez de continuar en su pueblo de toda la vida de Indiana y volver a su casa, decide en un arrebato de intensidad, quedarse en NYC y empezar su vida ‘de cero’, junto a el resto del personajes (que gracias a dios, no son muchos):
- Su compañero de piso Tituss (Tituss Burgess) : Un Divo, gay, sin pareja, egoísta, pobre y con poca costumbre a estar rodeada de gente.
- Su jefa Jacqueline (Jane Krakowski): La segunda esposa de un millonario, también muy egoísta e incapaz de tomar decisiones por sí misma, dejándose llevar siempre, por lo que le dicen terapeutas, entrenadores y libros de autoayuda.
- Su vecina Lillian (Carol Kane): Una vieja un poco loca, que además es su casera y que aporta un punto gamberro metiéndose en todo lo que no le llaman.
A mi la serie me ha entretenido mucho (aunque no me ha maravillado como otras). Peca de parecerse demasiado un poco a 30 Rock en el tipo de chistes, música, decorados y personajes… si no fuera porque el tema de la serie no tiene nada que ver. Pero es Kimmy la que hace que todo avance, con una personalidad entusiasta, se puede ver una clara evolución en su personaje, maravillosas contestaciones a los hombres y a los insultos y un vestuario algo infantil lleno de color, así que no dejo de recomendarla porque seguro que a más de uno le va a encantar.
