¡Sexy summer is comming babies!


Y sí, sé que, aunque hay una parte de ti que lo está deseando por todas esas cosas que solo puedes hacer en verano, hay otra que está temiendo ese momento.


Y es que hay muchas cosas que odiamos del verano y que, aparte de no contarle a nadie, parecen secreto de estado, así que ¡let’s go y no miremos atrás! GRITEMOSLO A LOS CUATRO VIENTOS.

1- Forever alone


Te levantas un día ociosa oye (y más después de esta cuarentena infernal que estamos viviendo). Te apetece salir a tomar algo, ir al cine fresquito, ir de compras, da igual. Llamas a tus amigos y, oh vaya, Fulanito está de vacaciones, Menganito tenía comida familiar, Pepita esta con el churri y Lupita se ha ido a ver a su prima la del pueblo. Resignada abres una bolsa de Doritos y enciendes Netflix… ¿Really?


Chica comiendo patatas y bebiendo vino
2- Fashionkilla


Tienes plan, te proponen ir a una terracita de estas con chorritos de agua (que tú te crees que estás en el Parque de atracciones cada vez que vas) o a cualquier lado chic pero fresquito.


Te preparas y te pones esas gafas maravillosas que estás deseando es
trenar o ese collar que te llegó el otro día y que, casualmente, queda divino con lo que tenías pensado ponerte.

Estas de jijis y jajas con tus amiguitos en la terraza y notas que te está dando el solecito, ese tan característico que anuncia el fin de la tarde pero que, mezclado con los chorritos de agua y la cerve, hasta se agradece.

De repente, llegas a casa, te miras al espejo y… ¡ZAS! Tienes toda la marca de las gafas/ collar/ reloj/ loquequieraquetehayaspuesto luciendo en tu precioso body durante al menos dos semanukis. Complementos y sol, this is not a good idea girl



3- Zapatitos de cristal nos llaman, princesas


No se vosotras pero yo en verano soy digna de aspirar a ser una princesa Disney esperando a que llegue mi príncipe con el zapato perfecto… ¡No hay quien acierte!

Todas sabemos que en verano se nos hinchan más los pies, ¡pero no hay ni un zapato que nos salve! Si te pones unas sandalias de tiras, error, tú pie parece una morcilla. Si te pones unas manoletinas o zapato cerrado, error te hace rozadura por todos lados. Si te pones unas deportivas, error tú pie se cuece like macarrones gratinados.

Y así pasa, te tiras una media de 8 horas eligiendo el mejor zapato según el plan que vayas a hacer y el modelito que lleves… o, terminas usando todos los días las mismas sandalias que sabes que ellas no te fallarán.

Perro andando con zapatos
4- Wellcome to the hell


A no ser que tengas el privilegio de vivir en el norte o en zonas más fresquitas, sabes que tú ciudad en verano se convierte en el mismísimo infierno. Y más si tienes que salir del plan aire acondicionado/ terraza con chorritos/ piscina chachi de amigos y te toca hacer cosas como coger el transporte público. Madre mía del amor hermoso, eso se debería de considerar deporte de riesgo.

Consejito del día: evita ponerte ropa de colores pastel o de colores chillones y lleva encima cuantas menos pertenencias mejor. Entre el calor, pelearte con la gente e ir cargada parecerás una olla a punto de ebullición.



5- No se están rozando, se están queriendo


Este punto lo conocéis todas porque, además, aquí se ha hablado mucho de él y se han dado mil soluciones. Si amigas, hablo de las que seáis jamonas como yo y vuestros muslos se quieran tanto que no puedan vivir el uno sin el otro o, que vuestro suje os adore tanto que tenga que dejar marquita por el roce y el sudor debajo de tus pechotes. Don’t worry amigas, si echáis un vistazo por la web encontraréis miles de soluciones para estos “pequeños percances” que nos ocurren. ¡No estáis solas!

Beyonce lanzando pierna

6- Edward Cullen a su lado es un principiante


Verano, calor y… ¡los terribles mosquitos y tú maravillosa sangre dulce! Estas en el jardín o en la calle y, de repente, ves una manada de ellos que parece que se acercan a ti como si fueses un plato de Nachos del Foster Hollywood. Y ya no hablamos de cuando estás en tu camita plácidamente fresquita y, de repente, oyes zumbando al pesado de turno alrededor tuya como si te estuviese avisando de que, como te duermas, te vas a levantar como si hubieses pasado la varicela. ¡BASTA! Sabemos que estamos buenísimas, pero no hace falta que nos lo recordéis a cada minuto.

Bueno, si os paráis a pensarlo, esto son solo pequeños bachecillos que tenemos que vivir en verano y que, como buenas dramaqueens nos gusta contar; pero sabemos que el verano es una época maravillosa para hacer miles de planes y cositas que durante el resto del año no podemos hacer (ya no te cuento como está pandemia nos deje salir, vamos a comernos el mundo). Así que, nenas, reíros de estas cosas y salir a comeros el mundo que ¡el sexy summer está cerca!

 

@SaraZarco