La autora del libro en el que se basó la serie de «Sexo en Nueva York» Candace Bushnell, ha escrito algo así como una segunda parte titulada «¿Todavía hay sexo en Nueva York?» de la cual tendremos el libro y también la serie.

La mala noticia es que las actrices no serán las mismas. No tendremos a Charlotte con siete hijos y a punto de matar a su marido, ni a Carrie harta de Mr. Big y diciendo todo el día: «Tanto esperarle pa esto» mientras él ronca y se tira pedos. A Miranda reconociendo que es lesbiana, porque ya no puede más con los tíos y con sus paridas, y viviendo con once gatos. Y sobretodo no veremos a Samantha sobornando a los cuidadores de su residencia para que tengan sexo con ella porque no soporta hacerlo con los abuelos de su edad.

Os echaremos de menos, chicas.

 

Aunque se trata de una serie que engancha, se ve que se basa en la vida sexual de mujeres de 50 años. O sea que hablando en serio la podrían hacer las mismas actrices. Pero se ve que se tienen tanto asco en la vida real que ya pasan. Una pena la verdad. Aún sin ellas no tiene mala pinta, ya que se dará visibilidad a un periodo de vida de la mujer que casi no tiene representación, ya que para la sociedad a esa edad ya estás literalmente muerta. Hablarán de amistad, citas, cánones de belleza…Yo especialmente echaré de menos con toda mi alma a Samantha.

Recuerdo cuando vi la serie por primera vez, porque yo en aquel momento de mi vida era Charlotte. Aunque me sentía totalmente identificada con Carrie, la comprendía.  Por otro lado quería ser una mujer independiente y fría como Miranda, y follar como Samantha, por qué no decirlo. Luego con los años descubrí que Carrie era una dependiente del carajo, y muy pesada. Que jamás volvería a ser Charlotte, que ya podía ser autosuficiente  como Miranda, y que me había convertido en Samantha. Y la verdad, creo que es la versión perfecta para ser feliz, al menos la mía claro está. La de cada una será diferente.

Aunque si he de decir que hubo una frase de Samantha que creo que nos deberíamos tatuar todas a fuego en el cerebro y que nos haría la vida mucho más fácil, y sobre todo no nos dejaría dejar de respetarnos en ningún momento y es: «Te quiero, pero a mí me quiero más».

Esa debería ser la frase de nuestra vida

Pero lo que no podemos negar es que las que la seguimos fielmente nos marcó de una formo u otra, y eso es de agradecer. Así es que quizás esta segunda parte también nos haga ver cosas para cuando lleguemos a esa edad o las que ya estén en ella, podamos cambiar, o sentir lo que queremos o no queremos seguir siendo. Y sobre todo lo que queremos y lo que no queremos seguir aguantando. Por lo que yo le daré evidentemente una oportunidad, y espero y deseo que por lo menos el gusto por la moda, los outfits, los Manolos, y las peculiaridades de las protagonistas, no nos dejen indiferentes.  Y nos marquen como nos marcaron en su momento Carrie, Charlotte, Miranda y Samantha.