¡Muy buenas queridas amiguis! En el Herstory de esta semana me encantaría adentrarme en un mundo y una época que aún no hemos tratado en nuestros artículos: la China medieval. Y por ese camino llegamos a conocer a la grandísima Emperatriz de su historia: Wu Zetian.

Me gustaría señalaros que he conocido la historia de esta mujer gracias a Penélope Bagieu y su libro Valerosas 1. Mujeres que sólo hacen lo que ellas quieren, una recopilación de historias de mujeres plasmadas en novela gráfica (AMAZING, como diría Rafa Méndez)

Nuestra querida nace rodeada de un halo de misterio, ¿por qué? os preguntaréis mis pequeñas padawan. Pues porque en el 624 se produce un eclipse total de Sol, y eso siempre viene acompañado de augurios, más cuando no podían predecirse (de hecho, Tales de Mileto, que fue el primero que consiguió hacerlo, nació este mismo año, así como dato anecdótico)

Desde pequeña la animan a estudiar (algo, como sabemos, muy raro) y pronto da muestras de su inteligencia y sabiduría, pero a los 12 años es enviada a la Corte: sería concubina del emperador Taizong El Grande (lo que os contaba también en el caso de Pocahontas: ya existía el matrimonio infantil, que a día de hoy sigue siendo uno de los tipos de violencia contra las mujeres más grave), lo que a ella, claramente, no le hace ni p*** gracia. Las concubinas, por cierto, son aquellas mujeres obligadas a vivir y mantener relaciones con el Emperador sin estar casadas con él y su existencia es muy frecuente en varias culturas.

Como Wu era tan carismática y lista pronto Taizong se fija en ella (cuentan que porque consiguió domar un caballo) y la asciende a «Meiniang», una especie de secretaría para los asuntos oficiales. Mientras, un muchacho de su edad le había hecho tilín: Gaozong, el hijo del Emperador, y ¡ay! chicas, ¡se enamoran! Ni siquiera, cuando ella es mandada, junto al resto de concubinas, a un monasterio debido a la muerte de Taizong, dejan de verse y de hecho, él consigue llevarla a la Corte de nuevo, creando un gran escándalo.

El ambiente se pone más tenso cuando Wu tiene su primer hijo, puesto que el bebé era el heredero, lo que no gustaba a la Esposa y a la Concubina Oficial. Y este odio, las llevó a ser sospechosas de la muerte de la segunda bebé de Wu y Gaozong, así que fueron ejecutadas. Con el camino libre, la pareja por fin pudo casarse.

Pero ella no era una «esposa florero». Estudia, organiza y manda igual que su marido, por lo que se conocería a la pareja como «Los Dos Sabios». Pero pronto, el Emperador cae enfermo y ella tiene que tomar las riendas del gobierno, lo que no gusta a los consejeros y miembros de la Corte (machirulos), que comienzan a conspirar contra su vida. Wu, entonces, creará una «policía personal» que la proteja de estos malnacidos.

Sin embargo, los problemas continúan y Gaozong muere. Le sucede en el poder el hijo mayor del matrimonio, que pronto será sustituido por su hermano pequeño, ¿por?: Wu veía que sus hijos eran bastante ineptos para el gobierno, así que eligió al menos problemático y más manejable; de hecho, es su madre la que habla por él en casi todas las apariciones, y en 690 llega a abdicar, dejándole todo el poder a ella.

Y así, Wu Zetian se convierte en «Shengshen», siendo la primera y única Emperatriz de la historia de China. Crea su propia dinastía: la Zhou, la más corta del país, durando solamente 15 años (hasta la muerte de la colega), cosa que irrita y enfada sobre manera a nobles y demás cortesanos.

¿Ella se echa para atrás? No, de hecho les implanta exámenes sobre su puesto de trabajo, se deshace de los corruptos, da oportunidades para ascender en el sociedad y el trabajo independientemente del origen de la persona, entrevista personalmente a los encargados del gobierno y realiza «políticas feministas»: paga a sabios para que escriban biografías de grandes mujeres de la Historia (un herstory medieval vamos, que no hemos inventao´ na´) , promulga hasta 12 decretos para facilitar la entrada de las mujeres en los ámbitos de poder por medio de la educación, y las dota de unos derechos hasta ese día inexistentes en casi todo el mundo.

Y no sólo se ocupa de las mujeres de alta cuna, sino también de las más pobres, mejorando las condiciones laborales y bajando los impuestos a las campesinas y sus maridos.

Además, por si no estuviésemos ya poco enamoradas de ella y como buena erudita, conoce el valor del arte, promoviendo el desarrollo del Budismo mediante la creación de grandes esculturas (que a día de hoy son Patrimonio Mundial por la Unesco) ; así mismo reduce el gasto militar al mínimo.

Para flipar. ¡Qué maravilla de mujer! De hecho fue uno de los periodos más prósperos de China. Posteriormente la han tachado de «ambiciosa» y «temible» pero parece que esas condiciones sólo son perdonadas o ausentes si hablamos de hombres, siendo completamente criticadas en una mujer poderosa (mirad el resto de reyes y emperadores, por ejemplo los de Roma)

En los últimos tiempos de su vida, instaurada a descansar, abdica a favor de su hijo, que como buen machirulo vuelve a la dinastía de su padre.

Wu moriría en 705, a los 81 años y aún, a día de hoy, su tumba sigue sin inscripción, ¿adivinas por qué? Resulta que la tradición obligaba a sus sucesores a resumir parte de su vida en su estela funeraria, pero Wu Zetian hizo tantísimas cosas que «dejó sin palabras». O eso, o pretendían que todas nos olvidásemos de ella, cosa que también veo probable pero que, afortunadamente, no han conseguido.

¡Larga historia a la Emperatriz del Mundo!