Según los expertos en relaciones de pareja, la familia política es un punto de conflicto de difícil manejo. Todas las madres/padres esperan que su polluelo traiga a casa a alguien que cumpla con sus expectativas de idoneidad: un ser perfecto que esté a la altura de su vástago. Para todos la primera impresión es importante, y el aspecto físico es lo primero que nuestras futuras families van a ver de nosotros. Para aquellos que seáis gordos/as (insértese aquí cualquier peculiaridad físicas políticamente incorrecta) que aun no los conozcáis, os voy a ir introduciendo en los puntos clave del acercamiento y cómo abordarlos con la naturalidad y la gracia de una “señora”:
-La primera vez que te ven o que se enteran de que eres gorda: nunca van a pensar de ti bien, asúmelo. Lo único que verán de ti es que eres una persona vaga y dejada que influirá negativamente en los hábitos alimenticios de su retoño y que además acabarás padeciendo en el futuro múltiples enfermedades derivadas de tu obesidad que dificultarán SU vida, la de ÉL. Da igual que tengas un máster y dos carreras: no te esfuerzas, punto. OBJETIVO: acordarte de que tu cuerpo te ha llevada a donde estás y a donde has querido. Con él has amado, has reído, has viajado, has disfrutado. Has llenado de experiencias tu mochila y harás feliz a tu pareja. Y sobre todo, seguirás llenando de vivencias felices tu cuerpo gordo con el paso de los años, no de enfermedades.
–Las comidas familiares. Suelo hacer apuestas por wasap con mis amigas a ver cuanto tardan en recordarme lo gorda que estoy. En ellas siempre sale a escena la típica abuela con licencia para matar desde que tiene 50 años (edad que se marcó ella misma para ser impertinente) que al sobrevolar la fuente de comida dirá: “uy, a fulanita no le echéis más que ya está muy gorda” delante de los 20 primos que se giran para mirarte. OBJETIVO: pensarás, tierra trágame!!!! Tranquila, el resto de primos no son perfectos aunque tu familia política intente hacerte creer lo contrario. Esa misma abuela también los abrasa públicamente a ellos porque, como los gordos, también tienen miserias.
–Las celebraciones navideñas. El punto álgido de las relaciones con los parientes políticos. Ya no te cabe más alcohol y panettone en el cuerpo de otros compromisos navideños. Apareces con tu vestido comprado al inicio de invierno a reventar de grasilla navideña cuando de repente, en un corrillo que se ha formado en el salón, suelta la tía que lo sabe todo: “deberías, por tu salud, disminuir esa grasa abdominal porque yo… blablablablablablabla” (aquí desconecto, porque clases de patología general ya las tuve en la facultad de medicina y ahora lo que quiero es tener unas fiestas tranquilas y golosas) OBJETIVO: tienes derecho a tener unas navidades felices como cualquier hijo de vecino. De celebrarlas con los tuyos y con los de tu pareja en paz y armonía. Enero está a la vuelta de la esquina si tu chocho gordito quiere hace dieta. Y si no, empalmas con los carnavales, que aquí en Galicia se suele celebrar comiendo cocido. Y ¿adivináis qué? Mi familia política monta una reunión carnavalesca los 40 que son con un cocido por todo lo alto!!!! Viva la coherencia!!!!!
– Las presentaciones sociales a sus amigos/conocidos. Este quizá sea mi punto menos fuerte. No tengo bien cogidas las medidas a mi familia por contrato. No sé cómo se sienten cuándo presentan a la mujer/gorda de su hijo que, según esté o no saliente de guardia puede llevar las mismas pintas que Alaska en los 80 cuando aún tenía pelo propio. Sé que me han dejado de invitar a reuniones con sus amigos para que no me dijeran comentarios sobre mi peso. OBJETIVO: gracias a mi peso, me libré de ir a comer con ellos y probablemente disfruté ese día de algo que me gustó más: hacer el amor, leer un libro, vaguear en pijama por la casa adelante… pequeños placeres de la vida que son lo que nos hacen felices y no la opinión unos extraños sobre nosotros.
RESUMIENDO: pueden que falten puntos de apoyo en este manual. Podéis enviarme vuestras dudas a través de la chicas de WLS y haré encantada un estudio de campo sobre un tema en concreto. Lo dicho: que nadie apague vuestra luz. Podéis brillar por quienes sois, por como sois, por lo que pensáis o hacéis en este mundo….. no porque se os marque con la estrella de David de los gordos. Y recordad, como dice la Panto y A. Gayoso en un artículo anterior: “los focos, a mí persona por favor”. Y no precisamente por gorda.