Diciembre en un mes bonito, vienen las Navidades, empieza el frío, es, como agosto, un momento para reflexionar sobre lo que se ha hecho durante el año y sobre lo que se hará el próximo, y eso se resume básicamente en los consabidos propósitos de año nuevo. Desde los comunes dejar de fumar (checked), ir más al gimnasio (checked), comer más sano (oops), etc. hasta otros más personales, como echarse novio, cada diciembre gran parte de la población piensa o escribe esa serie de propósitos de cara al nuevo año que empieza.

Pero ¿y si en lugar de centrarnos en todo lo que vamos a hacer, nos preocupamos por todo aquello que NO vamos a hacer? No se trata de sentirnos obligadas a hacer cosas, si no de aprender a alejar de nuestras vidas todo aquello que nos perjudica, tanto física como psicológicamente.

Aquí tenéis una serie de propósitos que desde WLS os invitamos a compartir para que el 2016 empiece para todas de una manera muy positiva y feliz.

1. No dejaré que las críticas me condicionen.

A todos nos afectan las críticas, por muy seguras que parezcamos de nosotros mismos, no siempre podemos obviar lo que la gente dice. Pero, de cara a 2016, aceptaré las críticas positivas y me pasaré por el forro las negativas, sobre todo las de aquellos que lo único que quieren es hacer daño.

2. No perderé la fuerza de voluntad.

Nuestro trabajo nos cuesta mantener el ritmo de ir al gimnasio, comer sano, intentar beber un poco menos y cuidarnos por dentro y por fuera, y no es fácil resistirse a una pizza o una tarta de chocolate. Pero para el próximo año volveré a recuperar la fuerza de voluntad que saqué para dejar de fumar y dejaré que ella sea la que me ayude a seguir adelante y haga que merezca la pena el esfuerzo.

3. No seré cobarde.

No dejaré de hacer cosas por miedo, por inseguridad, por pensar que no seré capaz de hacerlo. Life is not a dress rehearsal (o más gitanamente dicho, sólo se vive una vez) y tenemos que aprovechar cada momento, cada oportunidad para hacer ensayos prueba y error y no dejar que el miedo nos domine.

4. No me comportaré pensando en qué dirán o pensarán los demás.

La presión social es una mala puta que a diario nos rodea, nos juzga, opina sobre nosotros e, igual que el miedo, nos impide disfrutar. En 2016 no me importará lo que piensen los demás, seré feliz a mi manera y a quien no le guste, ya sabe dónde está la puerta. Haré lo que quiera hacer y, siempre respetando a los demás, lo haré por y para mí. No para los demás.

5. No me amargaré si no entro en mi talla de pantalón.

Disfrutaré de lo que tengo mientras trabajo por lo que quiero. Me cuidaré y al mismo tiempo me permitiré ciertos caprichos, que la vida es corta y hay que disfrutarla. Y si no entro en mi talla de pantalón, cogeré una más, o me iré a otra tienda, o me compraré una falda, porque para el próximo año me pienso lucir más que nunca.

6. No me limitaré a lo que conozco ni me quedaré en mi zona de confort.

No rechazaré automáticamente las camisetas ajustadas, o el color rojo, o los tacones, sólo porque no los haya llevado nunca. Ampliaré mis miras y mi armario y no dejaré que mis prejuicios o los de los demás (estos últimos sobre todo) me condicionen. En 2016 me atreveré con algo nuevo que no haya hecho antes.

7. No pondré excusas.

Mejor dicho, no me inventaré excusas, que no es lo mismo un ‘Hoy no puedo ir al gimnasio porque he donado sangre y me lo han prohibido’ que un ‘Hoy no puedo ir al gimnasio porque ayer salí y hoy tengo resaca’. En 2016 seré consecuente con mis actos y no habrá excusa que valga para no hacer todas esas cosas que quiero o tengo que hacer.

8. No permitiré que mi cuerpo condicione mi mente.

¿Y qué si soy la amiga gorda?, ¿me hace eso ser peor persona?, ¿me hace más fea, menos atractiva?. NO!! De cara a 2016 no dejaré que mi vida esté condicionada por los kilos que peso yo o por los que pesan los demás. Seré feliz y me cuidaré y me veré guapa, porque lo soy.

2016 va a ser un gran año, y no dejaremos que nadie nos lo estropee…

¡FELIZ AÑO NUEVO!