Engaño consentido

 

No sé si será la primavera, pero está todo muy revuelto. No sé si os pasa que cada vez más gente de vuestro alrededor se separa. Los motivos variados, predominan las infidelidades y además no de una noche sino de varios años y en otros casos, porque parece que se terminó el amor y a las tres semanas tienen las vidas rehechas con otras parejas. No sabemos si amor a primera vista o amores de hace meses o años que ven la luz en este momento. 

Creo que es tema de conversación en cualquier grupo de amigos que se sientan a compartir mesa y tertulia. Pues hace unos días, en una mesa de amigos, me he enterado que lejos de separarte por unos cuernos más que evidentes, puede existir el caso de una muy buena amiga mía que son consentidos. 

Su marido de hace veinte años, tres hijos, empresario, hombre de negocios y muy buena solvencia económica. Atractivo y engatusador. Este es el que parece que le entra a todo el mundo, incluso a mí, pero incluso con su mujer delante. Al final lo conoces de muchos años y lo tomas como una broma o ya como forma de ser. Hasta que un día se corre el rumor que ha habido una pelea sonada en un restaurante. Al final nos conocemos todos y Carlos el marido de mi amiga parece que fue el centro de atención. Los rumores corren de boca en boca, pero no sabes cuál es o no la realidad por lo que le mando un mensaje a mi amiga, que si estaba bien y si podíamos quedar.

Al día siguiente nos vemos en una cafetería, yo esperaba encontrármela mal por todo lo sucedido. Muy lejos de lo que mi imaginación daba por hecho, mi amiga Patri, llegó estupenda como siempre. Sonriendo, bromeando y diciéndome que venía exhausta del gym. 

Sin darle vueltas al asunto, me voy directa al grano a que me explicara cómo de ciertos eran los rumores que había sobre su marido. Y me dice poco le pasa, en este caso sólo han sido un par de puñetazos, pero hay que ser tonto, liarte con la representante y llevártela a comer al mejor restaurante de Castellón. Pues fijo que lo iban a pillar. 

Yo no podía abrir más los ojos, de ver con qué serenidad lo contaba. Y claro mi pregunta fue y tú como estás. Respuesta: ‘pues después de veinte años sino más, porque esto seguro que viene desde antes de casarnos, haberse tirado a media plantilla, representantes, proveedores…. Tanto hombres como mujeres, pues una más a la lista, ya no me afecta. He estado fuera de su oficina esperándolo para comer y ha salido con una comercial arreglándose ambos la ropa’. 

 Y le digo lleváis una relación abierta y me dice: aquí solo la abre él. Yo no salía de mi asombro y al ver mi cara me dice, a ver esto no es fácil de entender, es el amor de mi vida, el padre de mis hijos, a mí no me falta de nada y a estas alturas que haga lo que quiera, pero yo quiero seguir teniendo mi vida y tengo claro que, si me separo, sin oficio ni beneficio, se va a quedar con todo incluso con mis hijos, que suple sus infidelidades con darles todo lo que se les antoja. Así que muchas personas no me entenderán, pero yo voy a seguir así. Sigo sin salir de mi asombro, pero creo que lo tiene bastante claro. 

Dani D