Últimamente siento que mi trabajo ha invadido mi vida personal muy fuerte. Que me afecta a nivel emocional y no logro desconectar. Veo mi trabajo por todas partes. Me han surgido emociones como la culpabilidad, como si mi curro fuese de repente mi pareja. Y he decidido ponerle un alto a esto. Así que me he parado y he pensado en cómo relativizar el trabajo. Y escribí estos 10 consejos que espero te sirvan también a ti.

1.- Es tu trabajo, no una secta: está bien sentirse agradecido y afortunado por tener un trabajo y un sueldo que te permita vivir PERO no les debes tu vida.

2.- Quejarse es sano: no todo es de color de rosa. A veces te hartan, a veces el día es duro. Tienes derecho a quejarte. No todo es perfecto y tienes derecho a poner en duda a tu empresa, a tu jefa,… Aunque en el mundo ocurran mil desgracias más, necesitas tú también desahogarte.

3.- No, no hace falta trabajar en lo que uno le apasiona: seguramente aquello que más te guste hacer en el mundo no esté remunerado. Y, ojo, aunque lo estuviera, imagíante por un momento que tuvieras que hacerlo el resto de tu vida, todos los días; que tus facturas dependieran de eso . ¿No dejarías de disfrutar tanto de ello? Tu realización personal puede ocurrir FUERA de tu trabajo.

4.- Está bien conformarse: no, no tienes que ser la mejor. No pasa nada por aspirar a tener estabilidad y no a llegar a ser presidenta suprema de la galaxia. Eso no significa que te esfuerces menos, seas menos capaz. Simplemente que tienes otros intereses.

5.- No le debes nada a nadie: esto aplica a la vida en general, pero en cuestión del trabajo, si no estás cómoda, si quieres hacer algo más, recuerda que puedes dejar la empresa. No te sientas obligada a quedarte. Tú primero, tu empresa después.

6.- El sacrificio o el sufrimiento no es sinónimo de esfuerzo. Punto. Si no puedes PIDE AYUDA. Este punto es clave para relativizar el trabajo.

7.- Todo el mundo trabaja por un sueldo: que nadie te haga sentir que te hace favores por hacer su trabajo. Todos curramos por el mismo motivo no porque seamos personas bellísimas.

8.- Puedes cambiar de idea: tienes 17, no puedes votar, pero te obligan a decidir qué quieres hacer el resto de tu vida. ¿ACAPERDONA?. Es normal que según pasen los años descubras que tienes otros intereses, que existen otras oportunidades. Puedes cambiar de opinión. Estás en tu derecho a cambiar de opinión

9.- Puedes empezar de cero: claro que será duro, pero si tienes derecho a cambiar de opinión lo tienes de volver a empezar. Si lo hiciste una vez, podrás hacerlo otra. La edad es un número, también aquí. Échale ganas.

10.- No siempre vas a estar al 100% y no pasa nada: ellos son los que te contrataron, cuando sientas que eres un fraude, recuerda esto. Es imposible llegar siempre a todo y perfectamente, y está bien. No mereces menos por eso. No lo estás haciendo peor por eso.

Sabemos los tiempos que corren, la suerte que es contar con un sueldo, pero para que sigamos sintiendo que es una fortuna tenemos que aprender a relativizar el trabajo para sufrir menos, vivir con más calma y a la larga que todo vaya mejor para todos.

@tengoquenayque