No vengo yo a descubrir nada nuevo si digo que vivimos en una sociedad machista. Estamos hartos de verlo por todas partes: pocas mujeres en puestos de responsabilidad, muchas madres en las puertas de los colegios pero pocos padres, mujeres jóvenes, delgadas y bellas para adornar a presentadores de televisión… Pese a que vivamos rodeados de todo esto y la mayoría de las veces nos pase desapercibido por estar ya acostumbrados hay ocasiones en las que el barómetro machista se dispara y no podemos mordernos la lengua. Aquí algunos ejemplos:

 

¿Pueden sobrevivir las astronautas sin su maquillaje?

¿En serio? O sea, ¿de verdad era necesario este titular? Con lo bonito y bien enfocado que les hubiera quedado a los señores de El Mundo centrarse en lo complicado que habrá sido para esas seis mujeres llegar a convertirse en astronautas…  Porque entiendo yo que en un mundo dominado por hombres no les habrá resultado lo que se dice fácil llegar ahí. ¡Ah, no! Perdón, señores de El Mundo. Que llegar a ser astronautas ha sido fácil para ellas, lo complicado va a ser no maquillarse en el espacio. Porque claro, una mujer se acuesta y se levanta pensando en maquillaje. Seguro que cuando estén por el espacio están las seis llorando por no poder hacerse un buen eyeline.

Los mejores culos del atletismo

El hecho de que un medio de comunicación sea capaz de publicar un artículo de esta calaña me deja sin palabras. Que esas mujeres se están dejando la piel en la pista para superarse prueba tras prueba y tú en lo único que te fijas es en sus culos. ¡Y encima tienes la caradura de publicarlo abiertamente! De aquellos barros vienen estas manadas, amigas mías.

Teresa Almeida, una portera sin complejos

A ver, que yo me aclare, Marca. Según vosotros Teresa Almeida debería estar escondida en su casa porque está gorda, ¿no? Os sorprende que una señora con sobrepeso llegue a unos juegos olímpicos, ¿verdad? Pues miren ustedes, Teresa es una gorda más de todas esas que practican deporte demostrándonos que los kilos no son una traba real sino impuesta para que las mujeres sigamos sometidas. ¡Ole tú, Teresa!

 

Maialen Chourraut, una madre de oro.

Los señores de Marca es que son lo más. Ojalá en una portada «Messi, un padre goleador». Ni pies ni cabeza, ¿verdad? Porque no nos importa la vida privada de nadie. Porque de un deportista lo único que nos debería importar son sus resultados en ese deporte, nada más. Pero seguimos entendiendo y posicionando a la mujer en papel de madre. Como si ser madre fuera la única aspiración de una mujer y todo lo demás fuera accesorio. Lo duro es que esto no pasa con hombres. El hombre sea o no padre sigue siendo él. Cuando una mujer es madre deja de ser mujer para ser siempre madre. ¡Una pena! Porque cada persona tiene muchas acepciones.

El once titular de las novias (o exnovias) del Mundial

Maldita sea la necesidad que tienen los periódicos deportivos en enforcar todas sus publicaciones a babosos machirulos. Parece que cuando se acerca un mundial la actualidad deportiva desciende y hay que rellenar páginas con cualquier basura, pero ya lo de esta publicación es indignantes. Once mujeres expuestas como meros objetos sexuales para uso y disfrute de los machitos futboleros. Nada más que añadir. Asco y vergüenza a partes iguales.

Messi, Higuain y una mujer, candidatos al mejor gol del año en Europa.

Una mujer. ¡Una mujer! De ella parece no importar ni siquiera su nombre. De los otros dos candidatos sí que tenemos nombre y foto, pero de ella no. ¿Pa qué?

 

El resbalón más sexy del verano

Siguen superándose los de Marca, ¿eh? Temo ser repetitiva pero es que me da vergüenza ajena que unos tíos piensen que dos mujeres practicando deporte pretendan ser sexys. O ya no es que lo pretendan, sino que algunos crean que lo resulten. Me da pena que algunos vean deporte femenino buscando ese matiz sexual. La rabia viene porque todo lo que hace la mujer al final termina siendo sexualizado y la mujer convertida en un mero objeto de disfrute masculino.

10 novias de futbolistas que hacen que las derrotas no sepan tan mal

Con este artículo volvemos a lo mismo: la mujer como objeto para uso y disfrute del hombre. Y ya no la mujer en sí, sino su cuerpo. Porque digo yo que si te ha ido mal en el curro pues lo lógico es que te apoyes en tu pareja, pero lo que esta publicación nos dice no es exactamente eso. Hombre, es que si no eres Ivanovic, Edurne o Melissa Satta ya la cosa cambia. Porque una mujer no está para apoyar a su hombre, sino para hacerlo disfrutar. Y si no eres como ellas ya no haces disfrutar tanto.

 

Le destrozan su bonita cara, pero ella continuó jugando.

¿Su bonita cara? Seguro que la pobre lloraba porque iba a dejar de ser atractiva después del golpe. ¿Por qué, zeñó, por qué? Mi más sentido odio hacia ese tono paternalista del titular.

 

Tras todos estos titulares entenderéis lo mucho que las mujeres tenemos que soportar y lo mucho, pues, que nos queda por luchar. Yo me quedo con que cada vez veo a más mujeres en el mundo deportivo, mujeres que están haciendo cosas muy grandes como Lydia Valentín o Carolina Marín. Por desgracia, seguiremos viendo titulares de este palo pero también seguiremos armando revuelo al verlos. Pensad que sólo con el hecho de haber conseguido que sean muchos los indignados con ellos ya es un logro bastante grande. ¡SIGAMOS!