Que digo yo que una boda no es el momento ideal para salirte del tiesto con frasecitas y preguntas que no vienen a cuento. Pero cada vez que voy a alguna (ya sea como invitada o como Wedding Planner) me doy cuenta de que hay mucha gente que esto aún no lo tiene claro. Por eso, por hacer de esta nuestra página un servicio público o la buena acción del día, hoy vamos a hacer un repaso de cosas que nunca, nunca, nunca (¿he dicho nunca?) tienes que decirle a una novia:

  1. «No te pongas nerviosa». Vamos a ver… esta muchacha lleva un año preparando la boda, eligiendo cada detalle, pensando cómo sería la ceremonia… ¿Y crees que los nervios van a desaparecer por tu sabio consejo? En vez de decir palabras vacías, ayúdale en los momentos previos a la boda: ofrécele una infusión, algo de agua, intenta que se distraiga… Pero la frase por la frase… pues como que no.
  2. «No llores que se te irá el maquillaje». Suficientes cosas tiene una en su gran día como para no disfrutarlo. ¿Que se te corre el maquillaje? Ya habrá una amiga que le avise, ya irá al baño a retocarse… La boda, y en especial la ceremonia, es el día perfecto para celebrar el amor y dejarse llevar por los sentimientos. ¡Dejen que las novias rían, lloren y lo den todo en la pista sin guardar las formas!
  3. «En la boda de fulanito…». ¡Qué manía con comparar! Cuando a una novia le cuentas algo sobre otra boda en su día no sabe si es que no te está gustando la suya o es que eres tocapelotas de serie. Resérvate los comentarios sobre otros enlaces para otro momento.
  4. «No sé para qué te pegas la paliza si luego nadie se fija en los detalles». Tengo novias que, literalmente, han recortado y personalizado 150 sobrecitos para meter el detalle de sus invitados. Decirles que todo el tiempo que han dedicado con tanto cariño para hacer la boda con la que deseaban es tiempo perdido es mandar todo su trabajo al garete. Deja que creen la boda con la que sueñan.
  5. «No sé para qué os casáis, si hoy en día todo el mundo se divorcia». Ya está, ésta no falta. Y todo el mundo se muere y no por ello dejamos de vivir. Que sí, que una boda es mucho gasto y podrían dedicar ese dinero a otras cosas… ¡pero es que ellos quieren casarse! Ahórrate el momento Aramis Fuster sobre el futuro.
  6. «Este vestido no es para nada de tu estilo; no me gusta, te imaginaba…». «Y yo te imaginaba respetuosa y educada pero ya veo que no». Si una novia ha elegido un vestido es porque al ponérselo se ha visto preciosa. Yo tengo complejo de brazos y de escote y jamás me hubiera imaginado llevando el vestido con el que me casé (y con el que me volvería a casar 30 veces más) Si no te gusta, te callas. No es tu elección. No crees sombras o hagas dudar a la novia. Para ella, ese es su vestido, el mejor vestido. Y ahí no tienes nada que decir.
  7. «¿Y ahora cuándo vais a por el niño?». Claro, porque todo el mundo sabe que el objetivo de una mujer en el mundo es tener hijos. Pues mira no, esto nunca se pregunta (pero ni en una boda ni en ningún sitio) Nunca sabes si una mujer quiere o no ser madre. O peor, imagina que quiere pero no lo consigue. ¿Por qué has de recordarle ese mal trago cada vez que haces una pregunta así?
  8. «Perdona, ¿podría cambiarme de sitio?» No, no, y no. El día de la boda te contentas con lo que los novios han elegido: tu sitio, el menú (ojo, salvo que seas alérgico a algo y ellos no lo sepan) y con el regalo que te toca. Han sido meses de preparativos y, créeme, uno de los más tediosos es ver cómo sentar a la gente. De la misma manera, si durante la boda surge algún problema, no son los novios a los que tienes que contárselo. Puedes dirigirte al maitre o a cualquier familiar para resolver posibles inconvenientes.
  9. Cualquier comentario que haga alusión a que ya lo has «cazado». Quien haga este tipo de bromas machistas, mejor que se lea el post de Emma Primera.
  10. Lo que te has gastado en ir a la boda. Si les has regalado algo, es porque quieres. Si has ido a la peluquería, es porque quieres. Si te has comprado un vestido… adivina… es porque quieres. Los novios te invitan para que estés con ellos en un día especial. Si quieres vas; y si no, no. Pero nada de echar en cara lo caras que salen las bodas.
  11. «Si hubieras perdido algo de peso estarías guapísima». ¿Tengo que explicar esto? ¿O pongo un emoticono cabreado?
  12. Hacerle culpable de cualquier problema familiar por parte de novio. A ver, que en las bodas a veces hay banditos y familiares que no se alegran del enlace. Pero los trapos sucios se lavan en casa (más que nada porque luego también hay veces que los familiares se montan películas en vez de conocer la realidad) Que le amarguen uno de los días más felices de su vida a una novia y le roben lo que podía haber sido un bonito recuerdo nunca es justificable. NUNCA.