Cuando empiezas a tener citas cuesta pillar de que va el rollo de tu ligue, quizás no porque no te mande señales claras sino por la bonita comedia romántica que te has montado en tu cabecita.

Las primeras veces que quedaba con alguien que me gustaba me esforzaba un montón por ser divertida, interesante…bueno, lo típico; que le resultara una tarde amena con la intención de repetir. Yo lo que buscaba es que fluyera al Amor, mientras que él solo pensaba en probar la amortiguación de mi colchón.

Es que al principio era todo confusión, y donde yo veía muestras románticas solo había rápidos baja-bragas. Con tiempo acabé encontrando señales que indican que todo lo que quiere es enchufártela. Así que atenta amichi, antes de ponerte a dibujar corazoncitos mientras planeas vuestra perfecta próxima cita creyendo que encontraste a tu próximo novio, ten en cuenta que no es lo que está buscando si:

 

Te soba sin parar

 

Pues más claro, agua. Pero la obviedad nos pasa desapercibida a veces. Que tu cita no pueda parar de besarte y tocarte te inunda de hormonas hasta los ojos y no puedes ver que, colegui, solo está pensando en arrancarte la ropa. Tu conversación, que tanto te has currado con variedad de temas y latigazos de humor, es un relleno de fondo que no le interesa ni lo más mínimo, pero eso cambia si lo puede redirigir al terreno sexual.

tenor

 

No intenta conocerte mejor

¿ Te ha pasado que después de un buen rato de charla en un primer encuentro te das cuenta de que no te ha preguntado nada personal? Pues es a este tipo de tío al que debes decir hasta luego Maricarmen.

Yo es que hasta que no me pongo las gafas de objetividad me monto unas pelis de amor que ni Meg Ryan es sus mejores tiempos. Soy una adicta al amor y lo veo donde no existe ni un ápice.

Recuerdo una primera cita que, en mi más feromónica interpretación, había sido perfecta. Había vuelto a casa con un cerebro que se había corrido 20 veces ( es que soy sapiosexual, y a mi los intelectuales me ponen loca ). Habíamos hablado de todo-TODO, y coincidíamos en nuestros ideales casi al 100%.

¡Y una mierda!

Cuando se me pasó el libidinazo me dí cuenta de que había sido yo y básicamente yo la conversadora en aquella cita, y que él se había limitado a asentir o darme la razón principalmente. Como a los tontos.

Y como me lo había creído así, tan bonito todo, seguí quedando hasta que desperté y vi que nunca me preguntaba nada personal: cómo me había ido la entrevista que sabía que tuve, o qué había hecho esos días desde la última vez que nos habíamos visto…

Vamos, que yo estaba pensando en hacer maletas para irme al otro lado del mundo con alguien que no quería escucharme más allá que gimiendo.

Está claro que alguien que quiere una relación contigo se interesa por saber más de ti, por conocerte. Si ese no es el caso, probablemente lo que quiera es solo un poco de diversión.

 

¿Demasiado amor de primeras? Sospecha

Aunque todas nos hemos tragado todas la historia de chico conoce a chica y surge el amor a primera vista en mil y una películas y novelas, en la vida real esto no es tal cual así.

Si en la primera cita se muestra colado hasta las trancas, con una pasión desmesurada soltándote cosas del tipo “Nunca he conocido a nadie como tú” e incluso se atreve a ir tan lejos como para lanzarte la bomba de un más que prematuro “Te quiero”, a mí este asunto me huele y mucho.

Me huele a que su radar de depredador ha detectado que tú, como su nueva víctima, te vas a derretir tanto oyendo estas frasecitas que cada vez que suelta una está unos minutos más cerca de tener tus piernas en sus hombros.

Tampoco es cuestión de crearte una piropofobia, pero exagerados no, gracias.

 

Así es que weloversizer, no te crees pelis, pero sobre todo, no se las compres a tu próxima cita.