El vaginismo es una condición que padecemos muchas mujeres en silencio. En ocasiones la  sufrimos sin saberla. Esta consiste en la contracción o espasmo involuntario de la vagina al  realizar prácticas relacionadas con la penetración, ya sea con pene, dildos, dedos e incluso  con la colocación de un tampón o copa menstrual, impidiéndolo y provocando mucho dolor. 

A causa del desconocimiento y el poco estudio alrededor de ello, se han creado muchos mitos bajo creencias irracionales o culturales.  

En este post hablaremos sobre dichas creencias difundidas para desmitificarlas y echar un poco de luz sobre el asunto. 

 

  1. El vaginismo se debe a la falta de experiencias sexuales.  

Totalmente falso. Nada tiene que ver la falta de experiencia sexual con el vaginismo ya que  son contracciones involuntarias. Esta palabra es la más importante: involuntarias. No tiene nada que ver con la experiencia o falta de ella.

Seguir intentándolo sin pautas de un/a terapeuta experta puede empeorar la situación a nivel psicológico e incluso físico, a causa de las frustraciones y del dolor. Recordad que el sexo no tiene que doler.  

  1. El vaginismo no tiene cura. 

Mentira. Es una condición con un pronóstico favorable si se trata a través de terapia, tanto psicológica y sexológica, como fisiológica. La importancia de dar con un/a buen/a profesional es clave y no sólo a nivel individual sino poder realizar una terapia colaborativa entre diferentes ámbitos.

Por tratar las causas del vaginismo desde la psicología y la sexología y las herramientas para trabajarla. Desde la fisiología vaginal nos pueden ayudar con los músculos vaginales. Con una buena terapia y mucha paciencia, es  totalmente curable. 

  1. Se puede remediar a través de una cirugía. 

No. El vaginismo no desaparece con una operación. A no ser que se tratara de un vaginismo físico, el cual no tiene una causa psicológica sino más bien fisiológica. Si este fuera el caso  (debiéndose diagnosticar por un/a fisioterapeuta) se podría corregir con una leve operación,  como es el caso del himen rígido.

Dicho lo cual, estos casos suelen ser un porcentaje ínfimo en comparación con el vaginismo de causa psicológica por creencias o traumas. 

  1. Las mujeres que sufren vaginismo son asexuales. 

No es cierto. En primer lugar, las personas asexuales no lo son por causas externas, si no por decisiones personales, preferencias sexuales, no es una elección, es una forma que viene en nuestro ser.  

 

Las personas con vaginismo desarrollan una respuesta sexual con condición de vaginismo con el tiempo, no suelen nacer con ella. Por lo que al desarrollarse suele ser por ansiedad, anticipación al fracaso y al dolor, estrés e incluso traumas sexuales.

Pero, aunque sufran de vaginismo pueden seguir teniendo un deseo sexual elevado, ya que, como hemos dicho  anteriormente, el sexo no solamente es penetración. 

 

  1. No se puede tener una vida sexual plena.

Obviamente si sufrimos de vaginismo no vamos a disfrutar del sexo con penetración antes de empezar a tratarlo, pero el sexo es mucho más que penetración. Caricias, besos, felaciones  y cunnilingus, juegos eróticos. Hasta que empecemos con el tratamiento, podemos disfrutar  del sexo de otras muchas maneras, incluso podemos descubrir nuevas maneras de tener  sexo y gozar de él. Es un punto clave de la relación para desarrollar la comprensión y la comunicación erótica.  

Si sufres vaginismo o crees que puedes sufrirlo, te recomendamos que asistas a una profesional del campo de la sexología para que puedan valorar y, si fuera el caso, derivar a otras profesionales especializadas en tu caso concreto.

Lo más importante es que el sexo, si  se quiere tener, sea consensuado y se disfrute. Si no es el caso, ¡trátalo!

 

GRIS