Aquí una que se halla en una permanente exploración que va más allá del placer. Cada poco me planteo prácticas nuevas, sea por pura diversión, por salir de lo mismo o por el autoconocimiento. Y este 2024 será el de… lA cOnquisTa dEl cAnal vagiNal.

Por si te resulta útil la información: partimos de que el orgasmo se produce en el cerebro y no en un “punto G”, pero es necesario estimular zonas erógenas u órganos para que se produzca. Dependiendo de cuál se estimule, el orgasmo se sentirá de un modo u otro.

Lo que se ha denominado siempre “orgasmo vaginal” también tiene su origen en el clítoris, solo que, a diferencia de la estimulación externa del “orgasmo clitoriano”, se realiza vía interna para estimular su raíz. Es lo que siempre se ha llamado “punto G” en la mujer, pero, en realidad, se trata de una zona y no de un punto concreto.

Dicho esto, así me planteo estimular mi zona interna.

1. En precario equilibrio

La llamo así porque se trata de estar sentada en el borde de una silla, la cama o el sofá, con las piernas abiertas tanto como sea posible, y las rodillas flexionadas. Así hay buena posición para la estimulación interna.

Se trata de introducir uno o varios dedos, para lo que conviene usar lubricante. Hay que tocar el suelo pélvico, subiendo en dirección al ombligo, y flexionar los dedos repetidamente como si rascaras o le estuvieras diciendo a alguien que se acerque.

2. Masturbación de rodillas

Si la posición anterior no sirve para encontrar la zona G, esta es una alternativa. No suelo masturbarme de rodillas, la verdad. Una vez vi que la estimulación con textiles estando en cuatro es buena postura para la masturbación femenina (también la vi en la serie “You”), pero a mí eso de follarme un cojín me raspó el chocho y me lo dejó seco. Sobra decir que no hubo orgasmo.

3. El loto

Él sentado y yo sobre él, abrazándolo con las piernas. No la he probado hasta el momento y no sé cómo me voy a mover, pero confío en alcanzar una profundidad suficiente.

Tengo un as en la manga con esta postura, en caso de que la estimulación interna no sirva: acariciar la cabeza del clítoris (por fuera) y, cuando esté ya muy cachonda, usar esta postura para seguir estimulando por fuera con su pubis hasta alcanzar el orgasmo, en medio de la penetración. Técnicamente, seguiría siendo un orgasmo “clitoriano”, pero lo habría alcanzado durante el ratito de meterla.

4. La dominante

Hay 70.000 posturas y 70.000 nombrecitos para cada una. A la que me refiero es a esa en la que la mujer está encima y al revés, es decir, con el culo sobre su pubis y mirando hacia sus pies. Con esta también pretendo conseguir profundidad. Ya la he probado antes, pero muy en perpendicular, así que la polla corría riesgo de troncharse. Tengo que hacer el movimiento más horizontal.

5. Con estimulador interno

He visto por redes un juguetito del que me he enamorado y podría convertirse en mi próxima adquisición. Tiene forma fálica, un recubrimiento que parece suavito y, al accionarlo, se mueve como un gusano. Suelen venir con estimulador de clítoris externo, y, a simple vista, las promete muy felices para alcanzar un nivel óptimo de profundidad y de movimiento ahí dentro. Veremos.

Confío en conseguirlo con la práctica, aunque el orgasmo vía vaginal depende de muchos factores: el tamaño total del clítoris, la cantidad de nervios interconectados, la compatibilidad del tamaño y forma de mi vagina con el tamaño y forma del miembro de mi chico (cuando se trata de sexo en pareja hetero sin juguetes), la conexión, la pericia…

Tampoco es plan de obsesionarse, ni con el orgasmo ni por cómo se produce. Se trata de explorar. Si no lo consigo, ¡que me quiten lo «follao”!

Esse