Cuando estás conociendo a alguien uno de los consejos más regalados entre amichis es «ve despacio, cariño». Y yo me pregunto varias cosas: por qué; qué es ir despacio y en comparación a qué, y exactamente en qué tengo que ir despacio.

Atrás han quedado los tiempos del amor cortés donde, no es que una fuera despacio, sino que permanecía totalmente estática a que algún mozo (o con arrugas en los huevos) decidiera que esa iba a ser su mujercita. Y demos gracias a que de algunas costumbres rancias como esta hemos despertado y las cosas han cambiado.

Es verdad que aunque arranques la hierba muchas veces se queda la raíz, es decir, que aunque sepamos que no tenemos que ser «la elegida» de tal Fulano o Mengano todavía quedan ideas un tanto podres de que son ellos los que tienen que dar el primer paso, que tenemos que hacerlos esperar (por ideas arcaicas y cavernícolas del respeto y la pureza carnal).

Si todavía no acabas de tener muy claro por donde van los tiros te voy a dar mis razones por las que eso del ir despacio no va conmigo:

 

1. No más decepciones en Tinder/POF/Whatever.

Querida mía, si te has adentrado en el mundo de las Apps de dating te estarás dando cuenta que requieren más tiempo del que te imaginabas. Mi consejo es que si tienes buen feeling con alguien, traslades la conversación al vivo y en directo lo antes posible. ¿Por qué? Pues porque cuanto más lo alargues tu cabecita más se podrá llenar de suposiciones y fantasías que podrían romperse al conoceros y darte en las narices con una química cero o incluso que tu match te fuera dando largas hasta el infinito, o quién sabe, que todo lo que te haya contado fuera puro teatro.

 

2. La que espera, desespera (y no se come un colín)

Puedes pasarte la vida esperando a que te crush se muera por tus huesos y además se arme de valentía para decírtelo, y después ya si eso vete metiendo los créditos, ¡porque vaya peliculita te has montado bonita!

Puede que el muchacho sea tan o más tímido que tú, que no haya valorado que se te caiga la babita con él cada vez que os cruzais o simplemente su radar está apagado. Sea cómo sea si no lo intentas puede que nunca lo averigües, así que tantea el terreno porque en esta vida todo lo que tenemos es tiempo y tú lo estás perdiendo.

Y esperó, y esperó….

 

3. Lo de esperar para chuscar es muy medieval.

Si tienes ganas las tienes y punto; no está ni bien, ni mal ni, ni regular. Lo que está mal es no ser una misma por los prejuicios, por el qué dirán o qué imagen se quedará de mí. Si tu pepita te palpita, dale lo que necesita. Ya os contaba anteriormente que la técnica de hacerle esperar para que se enamore de tí es tan absurda como esperar hacer match sin deslizar a la derecha.

Ya se ha dado la vuelta, voy a por mi vibrador.

 

4. Relaciones que van muy rápido, ¿comparado a qué?

Rápido o despacio son conceptos bastante subjetivos en lo que a los amoríos se refiere. ¿Qué problema hay si tú eres una bala emocional en comparación a tus amigas? Cada una tiene su ritmo y punto, ¿serán ellas que van despacio? La verdad es que eso ni importa, lo que realmente importa es que lleves el ritmo (o al menos parecido) de la persona con la que estás emprendiendo camino. No se trata de que tomes las cosas al ritmo que este señor(a) te marque, sino que lo ideal es que tengáis un paso parecido.

Me flipa, me encanta, ¡me he enamorado!

 

5. Si se va a la mierda no fue por las prisas, simplemente se fue a la mierda ANTES.

Si te piensas que tu relación se acabó porque decidiste convivir con tu churri a los tres meses de empezar a salir en vez de esperar, no sé, un año o dos, querida, yo te digo que probablemente estés justificando la ruptura para seguir creyéndote que lo vuestro era un cuento de hadas.

La convivencia es dura y si no sois capaz de adaptaros el uno al otro es por motivos de compatibilidad, no por motivos de timing. Tampoco se trata de ponerse una a tener churumbeles en las citas, pero es que eso ya afecta a una tercera personita.

 

En resumidas cuentas Loversizers, haced las cosas a vuestra velocidad porque es la única que es adecuada; si sois balas locas encontrareis la vuestra en el camino y todo tendrá sentido. Mientras vuestra rapidez o lentitud no afecte más que a vosotras mismas todo está bien. Siempre, siempre, siempre, sed vosotras mismas.