5 tips para viajar con un bebé y no morir en el intento

Es cierto que para la mayoría de la gente viajar requiere planificación y organización. También os digo que cuando viajas con un bebé esa planificación se multiplica y necesitas llevarlo todo planificado al dedillo, sobre todo cuando son muy peques, según crecen te vas relajando, no mucho, pero te relajas.

En mi caso, después de dos años y medio de maternidad y varios viajes a mis espaldas, incluyendo uno en avión, he llegado a la conclusión de que hay cosas básicas que te lo ponen todo más fácil y desde que las pongo en práctica todo es mucho menos dramático.

 

Multiplica la ropa x 2: Os vais unos cuantos días fuera y no sabes cuanta ropa llevarte, sabes que al menos una muda diaria fijo, pero a partir de ahí todo se vuelve en “por si acasos” y puedes acabar con una maleta el doble de grande que la tuya. Mi consejo es que te lleves 2 mudas diarias de todo, incluyendo pijamas y bodis. Habrá días que no se ensucie nada y otros que parezca que no haces más que cambiarlo. 

 

Di adiós a las prisas: como todos sabemos, cuando hay un bebé en casa las prisas salen por la ventana, porque atender al bebé es nuestra prioridad. En el caso de los viajes es lo mismo, pero en todas las etapas. 

No salgáis pensando a qué hora llegaréis, o que os apetece comer en un sitio concreto o llegar a una hora determinada, porque si los bebés son impredecibles, en los viajes mucho más. No sabemos de qué manera el bebé se va a tomar el hecho de viajar, estar tantas horas en el coche, salir de su zona de confort, etc. Y en ese momento si no somos flexibles, el viaje se puede convertir en una auténtica pesadilla y en algo muy frustrante.

 

Haced noche por el camino: cuando hablamos de viajes, no es lo mismo uno de 2 o 3 horas, que de 8 o 10. Un viaje de 2 o 3 horas con un bebé puede ser manejable, vais parando las veces que lo necesitéis y aunque se haga un poco más largo, sabéis que ese mismo día podréis llegar.

En cambio, en los trayectos más largos la cosa cambia. Se recomienda que si viajas con bebés, hagáis una parada cada dos horas, y que sea al menos de media horita para que el bebé cambie de postura, camine o se estire. Todo eso teniendo en cuenta que el bebé esté de muy buen humor y aguante en la sillita todo lo que le toca. Pero si no lleva bien los viajes, puede hacerse muy largo todo. 

Por esta razón, os recomiendo que si podéis, cojáis un hotel, hostal, apartamento, etc. para una noche, ahora con apps como booking es muy fácil y están tirados de precio, eso hará que todos podáis descansar, que el bebé no pierda todas las rutinas y que al día siguiente el viaje que resta sea mucho más corto. A nosotros nos funciona a las mil maravillas.

El potito salvavidas: soy consciente de que hay tantas maternidades y maneras de alimentar a un bebé como estrellas en el firmamento, y que cada una es igual de válida que otra, por eso, yo os voy a decir lo que nos funciona a nosotros.

Solemos llevar un par o tres de potitos, ya sea hechos por nosotros o comprados, siempre que vamos de viaje. Hemos descubierto que los potitos te pueden sacar de un buen apuro si lo necesitas. Si por la razón que sea, esperabas parar por el camino a comer, pero los lugares que hay no te gustan, o no los ves muy aptos para el bebé, o se os pasa la hora hasta que encontráis un sitio para comer y llega el momento en que el peque o la peque tiene que comer, un potito es fácil de dar en el coche, no ensucia casi nada y si les gusta se lo comen sin ningún problema. Comida resuelta.

Cochecito práctico: mientras estamos en casa el carrito que tenemos de normal, está genial, seguramente será monísimo, y a veces también poco práctico, o nos ocupa medio maletero del coche, cosa que quieres evitar a toda costa cuando vas de viaje.

En nuestro caso, el primer viaje que hicimos con nuestro mega carrito, fue todo un show, nos ocupó el maletero entero y la sillita del carrito iba en el asiento de delante, como si fuera una silla, parecíamos una lata de sardinas. 

A partir de ahí, no vimos viable hacer más viajes con ese cochecito, así que nos pusimos a buscar otras opciones menos abultadas de carritos para viajar. Encontramos un montón de opciones pero lo que vimos más útil fue: que se plegara fácilmente, que no abultara, que fuera cómodo para el bebé y que una vez plegado lo pudieras llevar colgado del hombro o con una sola mano. 

Deciros que desde entonces los viajes con carrito son más fáciles es poco.

 

Como podéis ver de estos tips para viajar, algunos son de sentido común, pero que a veces con un bebé no se nos ocurren y otros tips, si os soy sincera si a mí en su momento no me los hubieran dicho ni me los hubiera planteado por muy útiles que fueran. 

¡Espero que os sean de ayuda!

 

Vecky