La onicofagia o morderte las uñas es un hábito supercomún del que mucha gente trata escapar sin éxito. Normalmente empezamos a comernos las uñas en la adolescencia, casi siempre en periodos de estrés, y este problema se cronifica durante años y años.

El problema de morderse las uñas es que puede perjudicar nuestra salud:

  • Puede debilitar los dientes y las encías, provocando recesión gingival o gingivitis. Yo me di cuenta de que tenía que parar de morderme las uñas cuando me partí un diente. Bueno, en realidad era una carilla dental, pero me costó una pasta y un día en el cine me mordí las uñas y CRASH. Me partí una esquinita de la carilla. Por suerte pudieron limarmela y quedó como nueva, pero no volví a morderme las uñas.
  • Las uñas se vuelven débiles y quebradizas. Cuando te las muerdes durante años, se vuelven finitas, se rompen con facilidad, tardan más en crecer y cuando crecen tienen formas raras.
  • Aumenta el riesgo de bruxismo y puede provocar problemas en la mandíbula y la mordida.

Como veis, no es sólo algo estético. También afecta a nuestra salud, y los dentistas son caros de narices así que mejor evitar ir.

Algunos trucos que pueden ayudarte a dejar de morderte las uñas son:

Detectar esos momentos en los que sueles morderte las uñas

Por ejemplo, yo me mordía las uñas cuando estaba en el cine o antes de un examen. Detectar las situaciones que te provocan estrés y que te hacen morderte las uñas es muy útil para cortar con el hábito.

Buscar una alternativa

Siguiendo mi ejemplo, yo lo que hacía era llevarme al cine un par de palillos de madera. Cuando tenía ganas de morderme las uñas, sacaba el palillo y lo mordía. Sé que es un remedio un poco cutre, pero me sirvió. Ahora no muerdo ni el palillo ni mis uñas.

Otras alternativas son beber un poquito de agua o comer un chicle.

Cuidar las uñas para que te de penita morderlas

Otro truco que me sirvió fue cuidar un montón mis uñas para que me diese pena estropearlas. Me compré un aciete hidratante para uñas y me las empecé a limar para que cogiesen forma. Después me las pintaba en un tono rojizo para que fuese llamativo y se notase más si me las mordía. Parece una bobada, pero me sirvió.

Probar esmaltes especiales

También hay unos esmaltes especiales de venta en farmacia con sabores desagradables. Cuando te muerdes las uñas, notas el sabor amargo y paras. Me parece muy útil si otros métodos no te sirven.

Pedir ayuda a amigos y familiares

Si ves que tú sola no puedes quitarte el hábito, pídele a tus amigos y a tu familia que te den un toque de atención cuando te vean mordiéndote las uñas. Da bastante pereza y a veces te pones a la defensiva, pero a la larga dejas de morderlas delante de gente sólo para que no te den el coñazo.

¿Qué otros consejos o trucos os fueron útiles a los que habéis conseguido superar este hábito?