Puedes estar tranquila mami, a todas nos ha pasado en mayor o menor medida que la vida cambia una vez tienes a tu peque. Posiblemente estabas mentalizada, habías leído al respecto o te lo habían contado, pero no sabías bien hasta qué punto iba a ser así. Pues sí, la vida cambia y mucho porque de repente, tu bebé es lo primero. Y ¿cómo no va a serlo si es pequeño e indefenso?

A veces a muchas nos cuesta hacernos a esta nueva vida en la que no somos el centro de todo, y por supuesto que en esta historia hay muchos grises, porque todo depende de cuánta ayuda tengas, pero parece que existe una luz al final del túnel cuando se hacen un poco más mayores o empiezan el cole. 

Vas a echar de menos tu vida sin bebés 

Y cómo no si viajabas y las vacaciones eran para hacer planes súper chulos y ahora las vacaciones son un no parar de cambiar pañales y preparar bolsas para ir a la playa (por no hablar de este verano COVID, porque si te ha pillado la pandemia con la maternidad, todo ha sido más difícil)

¿Qué era eso de tener tiempo para ti? 

Probablemente lo recuerdes como algo lejano y actualmente te pases las semanas haciendo encajes de bolillos para sacar un par de horas para ti misma, para que al final te sepa mal dejar a tu hijo a cargo de otro. Ver series, ir a la peluquería o ducharte son actividades del pasado. 

Seguir una rutina 

A ver seguro que las más ordenadas lo llevan mejor, pero seguir una rutina se vuelve imposible cuando tu bebé es impredecible. De repente se pone malo, te falla la cuidadora o confinan a su clase. Y entonces ¿cómo haces para ir al gym una horita? Yo personalmente ya me he borrado. Tengo suerte si consigo recoger la cocina 2 días seguidos antes de ponerme a teletrabajar. 

Tu cuerpo 

Ha cambiado, mucho. Puede que sea tu chochín que se ha quedado del tamaño de una catedral, la cicatriz de una cesárea, que no consigues bajar de peso, que tienes una teta más grande que la otra… la realidad es que el cuerpo tarda mínimo un año en recuperarse de un embarazo así que hay que practicar la paciencia e intentar no pensarlo demasiado. 

La intimidad con la pareja 

Bueno yo siempre he pensado que es muy importante buscar ratitos para estar con tu pareja, amorcitos, sexo… no dejar esas cosas atrás. El problema de ser mami es como ya decía antes sacar esos ratos, pero no significa que sea imposible, solo que tendrás que ponerle más ganas. Si tu bebé se duerme a una hora decente y puedes cenar solo con tu pareja será un momento estupendo para ver un capítulo abrazados hablando de lo mucho que queréis a vuestro hijo. Porque sinceramente, no se hace otra cosa. 

Yo yo yo 

¿Recuerdas cuando podías estar un sábado entero viendo la tele, beberte unos vinos, ir de compras con tus amigas, ponerte unas mascarillas y demás? Esto se reduce a un 0.001% y si no tienes ayuda externa olvídalo. Antes he dicho que suerte si puedes escaquearte para ducharte a diario y en mi caso no es una broma, depende de los meses que tenga tu bebé se puede convertir en un imposible. 

Aceptar que las cosas no salen como quieres 

Esta es una de las partes más dolorosas. Después de nacer tu hijo puede que el parto no fuera como querías, que la lactancia no esté funcionando o que tengas un poco de depresión post parto. Por lo menos son temas que cada vez se hablan más y son menos tabú. Pasa.  

No puedes controlar ninguna de esas cosas, pero lo más importante para tu salud mental es tener siempre en cuenta que tienes que sobrevivir a los primeros meses que pueden ser muy duros. Si tuviste un mal parto, háblalo, escríbelo, desahógate, aunque sea con alguna amiga. Ponerlo en voz alta ayuda a superar el trauma de uno de los días más estresantes de tu vida. 

Si la lactancia te está costando y llevas semanas o meses con unos dolores horribles y quieres llorar, pues déjalo porque no eres peor madre. Es más importante que tú estés bien y fuerte para tu bebé. 

Si sientes pena, rechazo a tu bebé desde que nació, es posible que tengas depresión y lo mejor es buscar ayuda médica. Les ocurre a muchísimas mujeres y es que de pronto ser madre nos supera. Es un cambio muy gordo muy de repente. 

 

Pero, sobre todo, ten en cuenta que todas estas cosas que te cuento, son típicas y es bueno hablarlas y pasar un pequeño duelo por todo lo que has perdido y que, si quieres tener más hijos tardaras tiempo en recuperar, pero que no se han ido para siempre.