Vivimos en una sociedad donde la sexualidad es totalmente falocéntrica, es decir, muy centrada y limitada por nuestro amigo el señor pene, tanto en tamaño, duración de la eyaculación y por supuesto, la ERECCIÓN.

 

La revolución sexual nos ha ayudado muchísimo a romper ciertos tabús, a investigar mucho más y a vivir nuestra sexualidad de una forma más plena y satisfactoria, pero como por desgracia seguimos teniendo una educación sexual regulera (por no decir nula), por lo que seguimos cargando con muchas lacras que solo hacen daño a nuestra vivencia.

En concreto os hablo de la relación que se le atribuye a la erección con el deseo sexual. Siempre se ha entendido que si un hombre le pones muy burro este siempre tendrá una erección a tope de power y en cuestión de segundos, y que por supuesto la mantendrá el tiempo que haga falta.

 

Pues bien, os contaré un pequeño secreto, la erección no siempre está relacionada con la excitación señoras, igual que nosotras podemos lubricar en un momento dado y estamos pensando en la lista de la compra, por lo que precisamente cachondas no estamos o meternos cosas dentro de la vagina como un tampax y no gozarlo, entendemos que el deseo sexual va mas allá de trastear en los genitales o una simple respuesta.

Nosotras a la hora de mantener relaciones sexuales no tenemos tanta “sensación de responsabilidad” a la hora de cumplir, por que por lo general nuestra vagina se lubrica y permite la penetración y si no es así con un poco de lubricante se arregla, pero ahora poneros por un momento en el lugar del hombre, el cual tiene una presión bastante grande por tener y mantener una erección.

Porque por muy sencillo que parezca eso de tener el pene como el cuello de un cantaor, no lo es en absoluto, y esta puede fallar por muchos motivos que no tienen nada que ver con nosotras, aquí os traigo los más frecuentes.

  1. El chico está nervioso, esto pasa sobre todo las primeras veces que te acuestas con alguien, los nervios, la presión de querer hacerlo bien, que la otra persona disfrute al máximo, y la falta de confianza son unos capadores natos. Por eso si estás conociendo a un chico y le pasa esto no pienses ni por un segundo que no le pones o que no le gustas lo suficiente, porque puede ser justo lo contrario, que le gustes tanto que se presione más a si mismo.
  2. La falta de concentración, si estáis en un sitio donde os pueden pillar, tenéis poco tiempo o cosas de este estilo, es más fácil que estemos más pendientes del entorno que de disfrutar en sí, y esto es algo que a nosotras también nos pasa, solo que en ellos se ve más evidente porque la sangre retorna al cuerpo y abandona totalmente al pene.
  3. Si se pierde la erección por el motivo que sea ¡que no cunda el pánico! Recuperarla es más fácil que empezar de cero, es decir, que si a tu chico se le ha bajado retomamos la estimulación y su pequeño se llenará de sangre en menos que canta un gallo.
  4. Si lleva mucho rato sin estimulación, hay veces que en las relaciones sexuales uno se dedica un poco más al otro y por tanto es normal que la erección se baje, esto es frecuente si por ejemplo tu chico lleva un buen rato en el pilón o masturbándote y él no ha recibido ningún tipo de estimulación, lo más lógico y normal es que la erección en esos momentos o baje de intensidad o desaparezca, pero como ya hemos dicho antes se puede remontar fácil.
  5. El estrés, este es el gran enemigo por excelencia de la sexualidad, y en el caso de la erección con más razón. Cuando estamos en épocas estresantes nuestra cabeza no para de pensar, entonces por así decirlo, el cuerpo prioriza tener la sangre en el cerebro ya que estamos pensando que en el pene, por tanto la erección cuesta mucho mas o directamente decide no hacer acto de presencia.
  6. El cansancio, a ellos también les afecta, eso de que a los hombres siempre les apetece y a cualquier hora ha hecho mucho daño porque les ha creado unas expectativas y unas demandas poco realistas. Si el cuerpo está cansado, se pone en modo “ahorro de energía” y prioriza el descansar al sexo como es normal.
  7. El uso de alcohol, esa noche loca que llevas tomándote chupitos hasta el amanecer y luego te pones cariñosona, y eso no hay quien lo levante. Esto es pura biología, el alcohol interfiere en el sistema nervioso encargado de la respuesta sexual, por eso es muy difícil tener una erección o en el caso de tenerla se vuelve complicado llegar al orgasmo.
  8. Si tenéis muchos encuentros sexuales seguidos, es normal que en una noche de pasión al tercer o cuarto polvo el pobre hombre esté reventado y eso no responda igual, en este caso la erección no aparece por cansancio.

Por lo general, si no hay una enfermedad física como la diabetes o algún problema neurológico la erección falla por uno de estos motivos, y si la situación persiste, es que el chico en cuestión ya se anticipa al fallo y él mismo se bloquea. En este caso lo mejor es hacer terapia sexual, porque además tiene una fácil solución en el caso de que la situación se mantenga muchas veces en el tiempo, porque en estos casos por lo general no se soluciona de forma espontanea.

En el resto de situaciones y si solo pasa de forma ocasional, mi consejo, hay que ser compresiva y tener paciencia, no atribuirnos a nosotras características como que ya no le gusto o no me encuentra atractiva o si hay otra persona, porque la gran mayoría de las veces tiene más que ver con la presión que tienen los hombres por mantener la erección.

No reduzcamos las relaciones sexuales a un pene, ya que se pueden hacer muchas otras cosas y  muy placenteras además de esta, solo es cuestión de investigar.

Aida Vallés Psicóloga especializada en Sexología y Terapia de Pareja

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