Hace poco leí un artículo escrito por no sé quien (supongo que le daría vergüenza firmarlo) en el que aseguraba que los hombres son más felices con mujeres gorditas que con flacas (gorditas, por poner gorda en plan cariñoso que siempre queda bien. Y por dejar claro que con gordas hasta un cierto punto, ya con gordacas no es feliz ni Dios, del asco que dan).

Según ellos tras un estudio realizado en la unam instituto de psicología, (en google dice que es una universidad de México) determina que los hombres son más felices con las “gorditas” por estas razones:

  • Tienen mejor humor y siempre sonríen por los que no discutirán con ellos. Estos no me han visto a mi recién levantada, donde Hannibal Lecter es Santa Teresa de Calcuta a mi lado. Y la pena es que durante el resto del día el humor no mejora tanto, solo levemente.
  • Que los hombres discuten con mejor raciocinio con las gordas. O sea, es en plan:: “Como está gorda, no la voy a insultar que bastante tiene la pobre. Si fuera flaca le decía de todo”. ¿Es así como va?
  • Las gordas son mejores amas de casa y cocinan mejor y atienden más a su hombre. Las delgadas se preocupan por cosas banales. Está claro, como a las gordas no les cabe la ropa no van de compras, y como solo piensan en comer pues se pasan el día cocinando cosas grasientas para alimentar a su hombre y que sea feliz. (Y yo ya empiezo a tener ganas de matar a la gorda, al marido y toda su estirpe).
  • Por eso las gordas cautivan a los hombres (porque les cocinan mientras ellos ven la tele). Puta gorda que mal me cae de verdad, y el tío ya ni lo digo. Ellas son fieles a la frase de: «A un hombre hay que conquistarlo por el estómago». Aunque luego seas lerda, si le cocinas el tío te lo perdona todo. Que las chachas cobran 15 pavos la hora y no se las pueden chuscar. La cosa va de prioridades.
  • Porque no les gusta abrazar huesos. Todos sabemos que tú abrazas a una delgada y puedes morir atravesado por un hueso de ella. Pasa cada día un millón de veces o ¿es que no veis las noticias?
  • El amor que tienen hacia ellas es más verdadero, ya que no les cautivan por su físico (de mierda).

Y luego lo rematan diciendo que ellos no pretenden ofender a las flaquitas que es todo desde el cariño. ¡Claro que sí, guapi! Después de soltar que las flacas son superficiales, que solo se preocupan por su físico y que no están aquí para servir a sus hombres (que suerte la suya) y que las gordas solo aspiran a ser puñeteras amas de casa calladas  y sumisas a vuestra disposición, y quedaos tan anchos… Pero desde el cariño eh.

Así es que yo después de leer esta sarta de basura sólo tengo que decir desde el cariño: «Hola soy Emma y soy gorda. Tengo un carácter de mierda, no sé freír ni un huevo ni pienso aprender para hacérselo a ningún tío ( ni siquiera a Jason Momoa). Si discutes conmigo siempre pierdes y si no te mato. Soy superficial y me gustan las cosas banales. No cautivo a nadie por mi cocina, si acaso lo que puedo hacer es envenenarlo o llevarlo al hospital. No te voy a atravesar con un hueso porque nunca me los he notado pero si me ves entrar un día a la cocina será para coger un cuchillo jamonero con el que sí puedo atravesarte, pedazo de lerdo. Y la verdad es que yo si atraigo a muchos hombres por mi físico porque estoy buenísima. Ya que estar gorda no es sinónimo de orco. Y atraigo solamente a hombres inteligentes que no se les encoge el nabo por tener una tía más lista que ellos al lado porque su hombría no depende de eso. Pero os lo digo desde el cariño eh, que quede claro.

¡Besis!

Por lo tanto, si de verdad los hombres que se sintieran atraídos por las gordas fueran solo esta panda de machistas reprimidos, yo adelgazaba aunque me tuviera que coser la boca. Para que ninguno de vosotros se acercara a mí a menos de un 500 metros. Estaría tan flaca como pudiera para evitar que me vierais.

¿En serio no les da vergüenza escribir esta sarta de porquería en el año 2018? Es que solo les ha faltado decir: “Las gorditas como tienen una autoestima de mierda estarán agradecidas de que las quieras y les podrás ser infiel y pegarles de hostias los sábados, que ellas te harán un pastel de cuatro pisos para celebrarlo”

Por lo que solo me queda decirles que ojalá no me encuentre a ningún imbécil que se haya creído su artículo porque va a flipar con la que le voy a dar simplemente si me acerca y me dice: «Hola».

Porque no señores, a las gordas no nos quieren porque seamos gordas. Nos quieren porque tenemos otras cualidades y porque también existen hombres a los que se la pone dura una mujer con más curvas aunque sea un ama de casa pésima y no le atienda, ya que no busca una madre ni una chacha sino una mujer.

Pero claro eso quizás ustedes no lo entiendan porque su cociente intelectual sea menos cinco. Y no buscan una gorda sino alguien que les haga lo que ustedes son incapaces de hacer por retrasados. Así es que desde aquí pido a las gordas del mundo que no se relacionen con este tipo de machirulo inmundo para que no se puedan seguir reproduciendo y se acabe su especie ya. Que son lo único que queda del paleolítico y ya apestan a naftalina.