Y es que aquí estoy yo, una romántica empedernida que a veces se debate entre el
“Si no es para ti, aunque te pongas, si es para ti, aunque te quites”
y la lección aprendida de diferentes historias que te dicen que eso, no es más que una idea infantil del amor.
Yo creo en el amor, de verdad, en ese sentimiento profundo del alma,que te remueve la vida, aún teniendo los pies en la tierra. A lo mejor no es amor, quizá sea mejor llamarlo romance, pero es un romance intenso y profundo que vives con todos tus sentidos, en mi opinión, AMOR.
Una sensación que si has vivido una vez, deberías sentirte privilegiada, porque hay mucha gente que nunca llega a experimentarla, aunque tenga pareja, la ame y sea feliz con ella.
Y es que a veces, puede que sea “el amor de tu vida” sin llegar a ser “el amor para toda tu vida”
Hemos crecido pensando que el amor de tu vida es aquel con el que estarás hasta el fin de tus días compartiendo cada momento de vuestras vidas. Y si es así, genial, es maravilloso poder disfrutar de esa relación que te enseña, te hace crecer y vibrar por siempre.
Pero a veces esto no es así, a veces esta conexión llega para irse.
A veces tienes la posibilidad de experimentarla para saber que existe, para saber qué es lo que te gustaría encontrar en un futuro. Porque si lo has experimentado una vez, puedes volver a experimentarlo y quizá esta vez dure más tiempo…
Y es que a veces, el amor no es suficiente. Porque en la vida real a veces el amor no puede con todo, no triunfa sobre todo y no nos salva ni de nosotros mismos. Puede que uno quiera una casa tres hijos y un perro, y el otro una gran carrera en la ciudad de los rascacielos.
A veces los sueños individuales de cada uno solo coinciden por un tiempo determinado. A veces el momento para los protagonistas es muy diferente, tan diferente que no queda más remedio que acabarse. Acabarse para quizá, dar lugar a otra historia, que si encaje, en tiempo y forma.
A veces no te queda otra opción y solamente puedes aprender a vivir con ello, y a veces, como se dice tanto por ahí… «dejar ir es el mayor acto de amor que puedes hacer»
¿Y sabes qué? No pasa nada
Que se haya acabado no significa que no haya sido un gran amor en tu vida. Puedes amar a alguien en un año más que lo harás con otra persona en diez. De modo que esta experiencia es tan relevante como cualquier otra, haya tenido o no, un final feliz…
Así que no somos nadie para desprestigiar esta historia y en lugar de entristecernos porque se acabó, deberíamos alegrarnos porque hemos tenido la oportunidad de haberla vivido.
A veces como dice una canción de Vanesa Martín, simplemente «no pudimos meterla en la caja de historias pendientes. Y a esa persona que tanto queríamos, no pudimos hablarle bonito mientras se dormía, y no pudimos quedarnos su tiempo a cambio de nada…»
Pero lo importante, es que, durante ese tiempo SI os ofrecisteis el uno al otro algo de verdad y completo y en mi opinión…
“Un amor completo por un tiempo ya es mucho más que amar a medias durante toda una vida”