Amigas Loversizers, vengo a este rincón a compartir una pequeña reflexión con la que quizás más de una estéis de acuerdo.

Amo la filosofía Body Positive. Podría decir que hasta me ha salvado, ya que desde que la descubrí he conseguido dar pasos gigantes en el camino de la autoaceptación. Yo era de las que vivía atormentada por un cuerpo al que odiaba, y descubrir más gente en mi situación, hablar del tema de forma natural y tener referentes realistas ayudó muchísimo a salir de ese hoyo profundo en el que estuve muchos años.

Ahora bien, hay algo de este rollo positivo que nos invade en redes que me perturba, y es que ha llegado un momento en el que con tanto mensaje de ‘Quiérete’, ‘Tienes que quererte’, ‘Ámate’, ‘Tus defectos son bellos’ hemos perdido de vista la realidad y estamos dando a entender que quererse es una obligación.

ERROR.

Quererse, aceptarse y amarse es un CAMINO a recorrer. Y como en todos los caminos, hay baches y piedras que a veces nos lo van a poner complicado y nos van a hacer caer.

Si te levantas una mañana, te miras al espejo y piensas: ‘dios santo vaya pinta qué fea estoy’, no quiere decir que estés tirando a la basura todo el trabajo de autoestima realizado hasta la fecha. Solo quiere decir que ese día te ves terrible, Y NO PASA NADA. Porque eso es humano, y natural, y querer bloquear esos sentimientos negativos es ignorar algo que forma parte del camino.

No es obligatorio que te quieras todos los días. De hecho, no es ni tan siquiera obligatorio que te quieras. 

Se nos olvida que cada uno tiene sus circunstancias y que habrá etapas de nuestra vida en las que nos sea materialmente imposible estar a gusto con nosotras mismas. Y NO PASA NADA.

Y he visto casos en los que muchas chicas se frustran porque no consiguen quererse como parece que hacen las demás. Y eso solo lleva a más dolor, ¿por qué todas son capaces de amarse menos yo? ¿qué hay mal en mí?

PUES NADA. Solo no es tu momento. Sigue trabajando en ello. Aquí estamos contigo.

Lo importante es que exista una comunidad como esta que nos acompañe en el camino, cuando nos caemos y cuando nos volvemos a levantar. Que te tienda una mano cuando necesites ayuda, pero que también te deje tu espacio para quejarte de lo mal que te van las cosas de vez en cuando.

 

Redacción WLS