Hay películas que te hacen creer en el príncipe azul tanto y tan fuerte que todo lo que se salga del prototipo que te has creado no es amor. Ojito, muchas de las historias de amor más famosas del cine están llenas de machismo y una pasión tan descontrolada que en la vida real es imposible que salga bien. Se obsesionan tanto con su “amor verdadero” que terminan acosando a su pareja para tenerla donde ellos quieren.

Edward Cullen (Crepúsculo)

Lo de que te chupa la sangre es quedarse corto, Edward te chupa la vida entera. Bella vivía por y para él y tanto en los libros como en la peli vemos como deja de lado a sus amigos y su vida para convertirse en una Cullen más. Cada vez que la chica se comporta de forma espontánea (como una adolescente normal) él la recrimina lo mucho que se preocupa por ella y que siente la necesidad de cuidarla. ¿De vivir? ¿De divertirse? ¡Vete a por tus ciervos y deja que la chica corra con lobos si le hace feliz!

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Noah (El diario de Noah)

¡Cuántos suspiros nos ha arrancado Ryan Gosling! Algunas hasta sueñan con que aparezca con las llaves de la casa que ha construido para los dos. Pero Noah es mucho más que un albañil de primera y un abuelito entrañable puesto que la relación que tienen les hace llorar tanto que hasta tú misma te crees que el amor es sinónimo de sufrir, faltarse el respeto y pelearse hasta llegar a las manos en lugar de dialogar como personas adultas.

Jim Preston (Passengers)

Este amor empieza de una forma tan egoísta que sólo en Hollywood podría tener final feliz. Básicamente trunca la vida de una chica de la que se ha enamorado (sin hablar una sola vez con ella) por no estar solo y aceptar su mala suerte. ¿Te enamorarías de alguien así?

Christian Grey (50 sombras de Grey)

Éste junto con Edward Cullen emanan más toxicidad que Fukushima. Las adolescentes quieren un Grey en su vida, ¿en serio te gustaría encontrarte con que no puedes ni salir a correr sin avisarle, vivir preocupada permanentemente por si haces algo que a él no le gusta como tomar el sol en topless o hacer nuevos amigos? Estará muy bueno y cumplirá todas tus fantasías pero tu libertad como mujer debería estar por encima de un buen revolcón.

Tristan Thorn (Stardust)

La historia de amor empieza con un asqueroso delito: secuestro. Al final todo acaba bien, como tantas veces en la gran pantalla donde se justifican los medios por un final empalagosito.

Hitch (Hitch especialista en ligues)

El stalkeo al que el protagonista somete a las mujeres parece inofensivo pero si lo pensamos bien da escalofríos. La peli trata de un tío que se gana la vida enseñando a ligar a la gente, el trasfondo es bastante potable puesto que demuestra como tu físico no importa en absoluto siempre y cuando des a esa persona lo que necesita. Pero para eso tienes que hacerte con una carpeta gigante sobre los gustos, los horarios y su historia, un acoso en toda regla que para nada refleja el amor real.

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Jake (Sweet home Alabama)

El prota no supera la ruptura con la que fuese su esposa. Todos hemos pasado por esa fases donde no importa lo que nos digan las amigas cerveza tras cerveza, sigues creyendo que es el amor de tu vida y te aferras a eso, pero esa etapa pasa. Para Jake no, hasta el punto de no querer darle el divorcio a su mujer. ¿No se supone que si quieres divorciarte no deberías esperar el consentimiento de nadie?

Decía Hitchcock que el cine no era un trozo de vida sino un trozo de pastel. Pero antes de comernos estas historias catalogadas de «amor romántico» deberíamos revisar bien los ingredientes, a ver si nos van a sentar mal o somos alérgicas al empalagoseo tóxico.