En abril se estrenó en Netflix, la segunda temporada de After Life. No sé vosotros, pero yo no había oído hablar de la serie, ni conocía nada de la primera temporada cuando llegué a ella, pero amigos ¡¡qué descubrimiento!!

Ricky Gervais, el cómico británico, no solo ha creado un guión magnífico con esta serie, también interpreta de forma brillante a Tony, el protagonista, que trabaja como redactor en un periódico local, y que se encuentra sumido en una profunda depresión desde el fallecimiento de su esposa,  como consecuencia de un cáncer. Tony está triste, deprimido y cargado de rabia porque ella ya no está, y proyecta esa rabia en todos los que están a su alrededor. Él lo define como su superpoder, porque fruto de esa ira interior, cree que tiene carta blanca para decir y hacer lo que quiera, ya no tiene nada más que perder.

Vale, lo sé, en los tiempos que corren me diréis que para lo último que tenéis el cuerpo es para dramones, pero de verdad, es necesario recibir ciertas dosis de drama durante la serie, para poder vislumbrar esos bonitos momentos de amistad, amor, humor, compañerismo, y hacerse eco de esa oda a la vida en la que se convierte el mensaje de la serie.  Se enaltece la bondad, el optimismo y la esperanza. Además, entre medias encontraréis muchos toques de humor y puntos divertidos (que están intercalados de forma magistral), que os sacarán una sonrisa muy a menudo, y por supuesto, una historia de amor digna de aparecer en cualquier película Disney, y que se puede ir descubriendo a lo largo de los capítulos, a través de videos que ella graba en el hospital durante su enfermedad, y vídeos que el rescata del recuerdo. 

La serie consta de dos temporadas (y parece que habrá una tercera), de seis capítulos cada una, que duran una media hora. Puedes hacer un maratón el fin de semana, eso sí, te recomiendo verla con kleenex en mano, porque lo más probable es que os emocionéis en muchas ocasiones a lo largo de la serie. Eso sí, prometo que no te dejará con mal sabor de boca, ni triste. Es una emoción bonita que te envuelve, te abraza y te hace tener de nuevo fe en la humanidad y en todas las cosas bonitas que tiene la vida.

Disfrútala.

 

Cristina Fernández