Cuál niña la noche de reyes me hallaba mirando por la ventana esperando recibir mi paquete de PROZIS. Vi el mensajero y antes de que picara al timbre ya me tenía en la puerta. Menos de 24 horas tardó des de que lo pedí hasta tenerlo en mis manos.

Abro mi caja súper bien envuelta y los veo. Son blancos y ligeros. Vienen con un estuche ideal para poderla llevar en el bolso y un cable para poder cargarlos en casa, todo practiquísimo. Leo las instrucciones; 2,5 horas y los tengo a full de batería.

 * Con sólo una carga tienes para 4 usos. Además es muy fácil e intuitivo de ver con las 4 luces intermitentes.

¡Perfecto! Los conecto y los dejo cargando para poder estrenarlos mañana.

Suena el despertador. Mi plan es salir a correr con auriculares nuevos. ¡yuju!

Veo las luces verdes en los auriculares. ¡Están ready para usar! Cojo el móvil para conectarlos por bluetooth. ¡Qué fácil e intuitivo es hacerlo, hasta para un muggle de la electrónica cómo yo!

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Al colocarlos en las orejas lo primero que noto es cómo aísla el ruido, ¡qué molón! Una voz de mujer me avisa que ya está conectado, pongo mi playlist y a córrer kilómetros.

Buah, que diferencia correr sin cables que se te enganchen en el top y que se ensucien de sudor. Y qué bueno el sonido: nítido y fuerte, cómo a mí me gusta tenerlo mientras corro para motivarme.

Antes de la ducha, los coloco otra vez en su cajita y los guardo en el bolso para poder usarlos durante el resto del día. Y mientras, ellos se van cargando, ¡porque la batería es el propio estuche, oye!

Concluyendo queridas, no me puedo más que decir que estoy living total. Un producto súper útil tanto para hacer deporte cómo para el día a día.


¡Anda que no he perdido horas de vida desenrollando el maldito cable! Pues bien, con estos auriculares eso ya es historia.

 

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