Nuestra sociedad actual se encuentra sumida en una continua contradicción en muchos aspectos, pero en lo que corresponde a las mujeres y nuestra apariencia la cosa ya se despendola. Es un hecho lamentable que la aparición en un medio de una actriz/cantante/celebridad/féminaseguidaporpaparazzis es un festín para las aves de carroña especializadas en criticar las apariencias. Pero tanto por exceso como por defecto eh. Es decir, serán criticadas tanto las que parezcan muy retocadas, muy maquilladas o muy artificiales como las que sean todo lo contrario.

Yo he de confesar que hace años era fan de el tipo de revistas que se dedican a sacar fallos a las celebridades para darnos un chute de autoestima a las mortales (no pienso decir nombres, pero seguro que alguna os viene a la mente), sin embargo, hoy las odio. Me parecen la cosa más dañina y emponzoñada que podemos encontrar. Esos artículos en los que critican un poco de celulitis por aquí, unas pocas bolsas por allá y un pelo grasiento por acá no hacen sino incrementar los focos de crítica y de manera indirecta mostrarnos que tener esos “fallos” aleja a las famosas de ser “perfectas”. Es decir, restringen una vez más la forma en la que una mujer perfecta debe lucir. Y aunque los muestran como una forma de animarnos (Chica, si la Pataky tiene arrugas, tu también las puedes lucir e incluso podrás enamorar a un maromazo como su marido) a mí lo que me parecen es un ataque directo contra nosotras mismas y contra una cosita llamada sororidad.

Y una de las cosas que más me repatean es que esto, que no deja de ser una forma más de intento de control y crítica de la imagen femenina, lo disfrazan de periodismo. Ayer mismo por ejemplo, el periódico ABC dedicaba en su sección “Gente&Estilo” un artículo a Eva Longoria mostrando su más absoluta preocupación porque la actriz había salido a cenar sin maquillaje y TACHÁN resulta que tiene ojeras, bolsas y una cara de cansada totalmente normal teniendo en cuenta que hace pocos meses que ha tenido un bebé.

Solo con ver el título del artículo ya os advierto que a mí me dan ganas de vomitar.

Así se dejó ver Eva Longoria sin maquillaje

¡Qué ultraje! Osea, recapitulemos, una actriz sale a cenar por ahí en Beverly Hills (no se qué tiene de novedoso, ya que es un ser humano y tenemos la costumbre de alimentarnos), lo hace sin maquillarse y resulta que un diario español, a miles de km decide que es una información digna de convertirse en noticia.

Y no solo eso, para dar difusión a la noticia escribieron tuits como

¿Perdona? ¿HE LEÍDO PREOCUPANTES?

Yo creo que ha llegado el momento de haceros una confesión Loversizers. Ya he escrito aquí unas cuantas reflexiones y creo que es hora de sincerarme y reconocer que he cometido el más vil de los ultrajes y como Eva Longoria ha habido días este verano que…HE SALIDO A LA CALLE SIN MAQUILLARME. Sé que no hay excusas y como Eva seguramente estará preparando sus disculpas públicas por tamaña ofensa yo me decido a pedir perdón. No hay excusas, ni el calor que es capaz de derretir hasta los maquillajes de Aramis Fuster, ni el agua de la piscina/playa que me lo iban a quitar, ni el querer lucir mi tonito moreno natural conseguido a base de horas y horas de duro trabajo de tomar el sol NO HAY EXCUSA PARA IR MOSTRANDO MI CARA NATURAL AL MUNDO PORQUE LA GENTE PODRÍA OFENDERSE Y ASUSTARSE DE VER MIS OJERAS MAÑANERAS. LO SE. LO SE. ¡¡LO SE!!
SHAME

No deja de ser curioso cómo sigue sorprendiéndonos que los famosos muestren sus verdaderas caras, pero cuando las fotos que recibimos de ellos son la imagen perfecta de las estrellas también nos chirrían. ¿En qué quedamos? Osea, tienen que estar siempre perfectas, pero no mucho, porque no son naturales, pero tampoco muy naturales porque claro a ver si van a asustar a alguien con sus jetos.

Personalmente, esta personita que escribe, solamente puede decirle a Eva Longoria que ole tú, por salir a la calle como te da la gana. Y a los que se dedican a escribir esos articulitos no me pienso rebajar a decirles nada porque sería como intentar dialogar con la pared; les llegaría mi mensaje pero no les calaría. Ahora, las personas tienen bolsas, ojeras y caras de cansadas y al que no le guste, que no mire, pero que tampoco se dedique a escribir párrafos desgranando la apariencia de alguien y luego auto llamarse periodista y decir que lo que hace es periodismo. No, lo siento. Es criticar por criticar.

Marta Álvarez