Cuando vimos estas viñetas de Brush Willis casi nos da un parraquito porque nos sentimos TAN identificadas. Tenemos clarísimo que cuando tengamos 80 años queremos seguir teniendo citas, ser activas sexualmente y quedar al día siguiente con nuestra mejor amiga para poder contárselo absolutamente todo.

¿Os imagináis cómo serán los folladramas que pondremos aquí dentro de unos cuantos años? Nosotras perfectamente y nos morimos de la risa con las imágenes tan dantescas que se nos vienen a la mente.

-Nena, ¿qué tal al final con Juan el viudo?

-Ay tía, pues fatal, no sabes lo mal que lo pasé, qué apuro.

-¿Qué me dices qué te pasó?

-Pues que quedamos en el 100mon, me empezó a contar que le pillaron robando salmón en el mercadona, me dio un ataque de risa y me meé entera. Ni la Tenna Lady pudo con todo el chorro.

Llenaremos esto de relatos de la tercera edad, de citas con pérdidas de orina, de anécdotas con las cosas que se nos olviden en el día a día, con truquis para no perder la memoria y las mejores compras en Amazon que encontremos para hacernos la vida más fácil. Vamos, igual que ahora, pero con unos cuantos años más.

Y es que al final la vida va de esto, de crecer, de pasar por todas las etapas y tomarnos todas y cada una de ellas con humor. Así que, para todas ustedas, aquí les presentamos una pedida formal: queremos envejecer con todas vosotras, queremos seguir leyendo vuestros folladramas, vuestros foros, vuestras compras y todas las cosas que os hagan crecer cada día.

Llegará un día de agosto de 2060 en el cual yo tenga una cita Tinder, conozca a un caballero apuesto, un señor que por fin tras años y años de espera ya esté lo suficientemente deconstruido como para pasar mi filtro. Quedaré con él, yo me pediré una cerveza y él se pedirá un Bitter Kas porque el médico le prohibió beber alcohol hace años, hablaremos durante horas de nuestras batallitas, de los hijos que tenemos o de los que nunca tuvimos, de los nietos de sangre o los hijos de los vecinos que nos llaman yayos, después iremos a su casa o a la mía, pediremos comida a domicilio, yo beberé un par de copas de vino y cuando esté con el puntillo me lanzaré a besarle y será bonito, será precioso, será como ahora pero con arrugas, con piel caída, con paso lento, con miradas sabias, con manos torpes. Nos besaremos y sentiremos que ya era hora, que dónde nos habíamos metido todos estos años, pero entenderemos que lo bueno se hace esperar (aunque joder, tampoco hacía falta esperar tantísimo). Poco a poco iremos hacia la habitación, tomará viagra y usaremos lubricante, lo haremos despacio, echaremos de menos nuestros cuerpos jóvenes, pero sabremos apreciar lo bonitos que son también nuestros cuerpos viejos. Nos enamoraremos y yo al día siguiente llamaré a mi amiga Carmen para contárselo todo.

‘Carmen, que ahora sí, que lo he conocido, que le hice una mamada sin la dentadura’, Carmen manchará también su Tenna Lady porque es vieja como yo y se le escapa el puntillo aunque nunca lo reconozca, pero no importará porque estos ratitos serán los que nos darán vida y sí, por supuesto que sí, nos grabaremos un reels bailando la gasolina titulado: »esto sí que era música de verdad».