Como soy una tía muy lista, en junio me hice una decoloración para darle un toque más luminoso a mi melena. Quedé estupenda, pero cuando en julio metí mis piececitos en el agua salada de la costa brava, al salir quise llorar… ¡Entré con el pelo decente y salí con unos pelos que parecía una bruja de libro!

Tenía dos opciones: o ponerme una gorra y no meter el pelo en el agua jamás de los jamases, o volverme una pro del cuidado capilar y cuidarmelo como nunca me lo había cuidado. Opté por esta segunda opción y chicas, llamadlo suerte o llamadlo constancia, pero mi pelo ha sobrevivido al verano.

Compartir es vivir, por eso os quiero dar unos consejitos que me han sido muy útiles de cara a recuperar mi melena y decir adiós a los mechones estropajosos, y recomendar algunos productos y recetas que me han ido de maravilla.

  • Aprovecha el calor y deja que tu pelo se seque al aire. Reduce todo lo que puedas el uso de secadores, planchas, rizadores y cualquier aparato térmico. Mi problema es que tengo el cuero cabelludo muy sensible, así que le doy un golpe de aire frío con el secador para que la raíz no se me apelmace ni se me descame, y luego dejo que el resto se seque solo.
  • Usa champú sólo por la raíz. El resto del pelo se limpiará solo a medida que el agua enjabonada caiga por tu melena.
  • No frotes el pelo. Ni mientras te lo lavas ni cuando te lo estás secando con la toalla. Al frotar el pelo estás rompiéndolo y además aumentas el frizz.
  • Di adiós a esas coletas altas que te tiran del pelo y hacen que acabes con dolor de cabeza. Además para irte a dormir lo más útil, cómodo y bueno es un moñito no muy apretado. Así el pelo no se te enguarra por la noche ni provocas fricción con la almohada.
  • Bebe agua. Parece una tontería, pero mejorará muchísimo la calidad de tu melena, aumentará el brillo y hará que te crezca más rápido el pelo.
  • Aclárate el pelo con un buen chorro de agua fría para activar la circulación y favorecer el crecimiento. Sí, es un coñazo, pero por lo menos ahora hace calorcito.
  • Un día a la semana ponte una mascarilla casera. El resto de días puedes ir alternando con una mascarilla comprada apta para tu tipo de pelo.
    Mi mascarilla casera favorita lleva una cucharada de aceite de coco (el del Mercadona me gusta mucho), una cucharada de aceite de oliva y un huevo. No tiene más complicación, lo mezclas todo y te lo dejas todo el tiempo que puedas. Después aclaras y te duchas como siempre.
  • Invierte en un buen sellador de puntas.

Y después de estos consejitos te enseñaré los productos que no pueden faltar en mi baño y que han ayudado a que mi pelo esté mucho más sano.

Champú reparación intensa de Timotei: ideal para usarlo a diario. Deja el pelo muy suave, tiene un olor muy rico y además es baratísimo. Aunque yo no soy muy tiquismiquis con los champús, este es el que uso siempre porque cumple con creces mis expectativas.

Acondicionador de gardenia de Alba botanica: de los más hidratantes que he encontrado. El único pero es que sólo lo he encontrado de venta online, pero como me gusta tanto siempre repito.

Sellador de puntas de Schwarzkopf: mi gran descubrimiento del verano. Lo uso TODOS los días y estoy segura de que gracias a él tengo el pelo tan bien como lo tengo. Deja las puntas muy suaves y frena totalmente la rotura.

Mascarilla Repair Rescue de de Schwarzkopf: me gusto tanto el sellador de puntas que me anime y compre la mascarilla. ¡Qué maravilla! Tiene un olor muy neutro (a peluquería) y deja el pelo espectacular. He usado dos botes de 200 ml en lo que va de verano usándola tres días a la semana porque cunde muchísimo.

Acondicionador bifásico desenredante de Kallos: es tan bueno para lo barato que es que no le podría pedir más. El bote es de medio litro, así que llevo todo el verano usándolo y todavía queda la mitad. Me lo pongo al salir de la ducha y el pelo se me desenreda muchísimo mejor, evitando tirones y dando un aspecto muy suavecito.

¿Y tú conoces algún producto milagroso?