Resulta que yo nunca había utilizado para el cuidado de mi piel ningún otro producto que no fuese agua micelar para desmaquillar y crema hidratante para después, –que utilizaba mañana y noche–. Pero con el cambio de estación empecé a notar que mi piel estaba mucho más seca de lo normal, incluso con tendencia acneica (no sé si solo por influencia del cambio de estación o también por estrés u otros factores) cuando pensaba que hacía años que me había librado de esa cruz.

El caso es que me animé a ir investigar un poco para ver qué veía que pudiese irme bien.

Lo que tenía claro era que lo que fuese lo quería lo más natural posible, sin demasiados químicos. Así que preguntándole a una experta, me recomendó los productos que os enseño a continuación: 

Como decía, antes utilizaba agua micelar para desmaquillarme, que también era de la marca Garnier, concretamente esta:

¡Como veis ya está en las últimas!

El agua micelar llevo usándola de esta marca desde hace un montón de tiempo. Siempre la compro en aceite.

Te deja la cara mucho más hidratada sin esa sensación grasa que suelen dejar los aceites, es súper efectiva porque no es necesario que estés frotando para que se vaya el maquillaje, sino que en una o dos pasadas elimina cualquier rastro de cualquier maquillaje, incluso los waterproof. Y, además de todo esto, el olor es increíble.

Además, existe también agua micelar en aceite específica para pieles y ojos sensibles, que me la he comprado alguna que otra vez y la verdad es que va fenomenal también, y si se te mete algo en los ojos no pica.

Os cuento ahora un poquito acerca de los productos nuevos que os he dejado en la primera de las fotos.

Este tónico lo utilizo después de desmaquillarme con el agua micelar. Su función es atrapar los restos de maquillaje que puedan quedar en la piel y que el agua micelar no pudo limpiar. En este sentido funciona bastante bien, porque por mucho que me pueda frotar con el algodoncito con agua micelar, siempre que después me aplico este tónico con otro algodón se ve como elimina restos de maquillaje que quedaban en mi piel.

El olor es genial porque huele –literalmente– a rosas, te deja la cara con una sensación de frescor increíble. Lo que sí, contiene alcohol, a pesar de que sea para pieles sensibles. Por lo que si se te mete en los ojos escuece.

Este gel lo uso para limpiarme la cara sobre todo por las noches en la ducha. Me desmaquillo, me aplico el tónico y a continuación en la ducha –al final de todo, para dejar que el agua caliente me abra un poquito los poros– me lavo la cara con este gel. Huele muy bien, como a limón, y tiene una textura ligera que hace espumita.

Es para piel normal a mixta, y al utilizarlo después de haberme desmaquillado me da la sensación de que la piel me quede todavía más limpia y fresca.

Se trata de una crema de textura y consistencia muy espesa, algo parecido a la Nivea del bote azul de toda la vida pero mucho más fácil y rápida de extender y con mucha más facilidad y rapidez de absorción.

Se le puede dar tres usos: como crema de día, de noche y como mascarilla. Como mascarilla simplemente habría que aplicar una capa mas gordita sobre la piel, dejándola 10 minutillos y retirando finalmente el exceso con la ayuda de un algodón si fuese necesario.

Yo la utilizo como crema de noche, deja la piel bastante nutrida y huele también muy bien.

Esta la utilizo como crema de día. Tiene una textura muchísimo más ligera y fluida que el bálsamo, y tiene un olor un poco más fuerte, también súper agradable. Se aplica muy bien y no te deja la piel grasa ni demasiado brillante (yo a veces me maquillo y otras no, así que simplemente me dejo la crema en la cara y me pongo un poco de rímel y ya, y con esta no voy por la calle brillando cual Gusiluz, ¡lo cual se agradece bastante!).

Llevo como un mes o mes y pico utilizando asiduamente todos estos productos y he de decir que he notado un cambio en mi piel. Más hidratada y suave desde luego, y ya no tengo esos granos en la cara cuyo regreso tanto miedo me daba, supongo que gracias a ese plus de hidratación que me faltaba.

Sin duda, los pros para probar los productos de esta marca para mi son muy claros: 

– No te dejas un dineral. Se trata de una marca bastante económica. Creo que lo más “caro” fue el gel limpiador détox, que fueron como unos 7€. Todo lo demás creo que me costó entre 4 y 5€.

-Son productos ecológicos y naturales. Sobre todo los de la gama “Garnier Bio”, a la que pertenece el Gel Limpiador. La gran mayoría de productos de la gama “Skin Active” también lo son. Puede leerse en la etiqueta que el 96% de los ingredientes proceden de origen natural. Esto para mí es importante. Tengo 23 años y no quiero aportarle a mi piel químicos que no necesita. Además, tengo rosácea, los poros de las mejillas especialmente abiertos y, en general, la piel bastante sensible.

¡Y esto es todo!

Espero que si os pasa como a mí y el otoño os pasa factura o si tenéis la piel sensible y no sabéis qué productos faciales utilizar, os animéis a probarlos. Yo estoy muy contenta con ellos y de verdad he notado cambios a mejor en mi piel, ¡por lo que os recomiendo muy mucho que los probéis!

@santalla_elena