Cacharros de cocina que no sabías que necesitabas

 

Todos los de nuestra generación (hablo desde un punto de vista millenial, pero creo que podemos incluir a las posteriores generaciones en esta afirmación) siempre estamos buscando la forma de acortar el tiempo que pasamos cocinando o, por lo menos, este es caso mío y de mi pareja.

No os equivoquéis, no es por falta de ganas (que también), porque se nos dé mal la cocina (aunque podría ser el caso) o porque no nos guste (puede no gustarte, no es ningún delito), sino, más bien, se trata de la falta de tiempo.

Recuerdo cómo mi madre se dedicaba toda la mañana del domingo a preparar su famosa paella: picando el sofrito en trocitos de 3mm exactos (exageración), por ejemplo. En nuestro caso, preferimos dedicar la mañana del domingo a recuperarnos de la pequeña resaca de las dos copitas que nos tomamos la noche anterior (la edad no perdona), en ver un par de capítulos de la serie que nos tenga obsesionados en ese momento o en darles un largo paseo a los perros.

Por estos motivos, entre otros, es por lo que hemos dedicado nuestro tiempo libre en buscar la forma de simplificar nuestra forma de cocinar en vez de en cocinar de verdad (ja, ja, ja) y en crear este recopilatorio imprescindible que pasamos a cada conocido que va a tomar el paso de independizarse.

Lo más probable es que la mayoría de estos artilugios te sean más que conocidos, pero dado el asombro de muchos de nuestros amigos al vernos utilizarlos en la cocina, he creído necesario escribir este artículo.

 

  1. Airfryer (freidora de aire).

Es archiconocida, lo sé, pero no podía dejar pasar la oportunidad de volver a hablar de ella.

Apunto que NADA es igual a comer unas patatas fritas de freidora o sartén (por ejemplo) pero, cuando puedes hacer unas patatas «fritas» de textura perfecta en unos 15 minutos (5 de ellos son de precalentamiento del cacharro), sin tener que estar removiéndolas, sin preocuparte de que se quemen y sabiendo que has utilizado una centésima del aceite necesario para freírlas de verdad… Te sientes mucho menos culpable al echarles 5 sobrecitos de ketchup por ración (lo que no va en lágrimas, va en suspiros).

Hay múltiples gamas, modelos, accesorios, calidades, pero nosotros nos conformamos con una pequeña y basiquita (y nos va de lujo con ella) que estaba de oferta en su momento. La nuestra es de la capacidad más pequeña (3,2 litros) porque somos dos personas en casa, pero para una familia con más miembros les interesaría una de mayor capacidad.

 

Esta es la mía por si te interesa.

  1. Olla GM.

Es como una olla express, pero más moderna, más rápida y más segura. Perfecta para hacer los típicos guisos que los de nuestra generación hemos dejado atrás en pos de una cocina más «moderna». 

Pero todos sabemos que los potajes son de las comidas más baratas y rentables que podemos hacer. Además, esta preciosidad sirve para muchísimas más recetas que ni siquiera puedes imaginar. 

Viene con un recetario, pero puedes encontrar múltiples recetas por internet y hay hasta grupos de Facebook donde se comparten trucos además de recetas.

Es una especie de Thermomix, pero más barata y con mayor capacidad.

Eso sí, tiene alguna limitación que alguna gente suple acompañándola de una Thermomix o similar.

El modelo de nuestra olla GM es una H Deluxe, pero existen múltiples modelos (más o menos avanzadas y más o menos caras), según tus necesidades.

La mía es esta por si te interesa.

 

  1. Arrocera.

Mi madre siempre me decía que parecía asiática porque me encanta el arroz. Para mí el arroz es el complemento perfecto para la mayoría de comidas, y nunca me canso de comerlo. 

Y como buena amante de la cultura asiática, sabía que tarde o temprano me compraría una arrocera.

En un principio probé con una arrocera para microondas y estábamos muy contentos con ella, pero sentíamos que no terminaba de aportarnos más ventajas que cocer el arroz en una olla express (como hacíamos antes). Si no comes tanto arroz como nosotros (ja, ja, ja), quizá te resulte interesante.

Aquí la arrocera barata para microondas.

Pero, casualmente, un día que estábamos comprando en Lidl dimos con la arrocera de nuestros sueños: pequeñita, fácil de usar, mantiene el arroz caliente sin seguir cocinándolo después de cocerlo, deja de cocerlo cuando está en su punto perfecto y te despreocupas… Es una lástima que ya no la vendan, pero he podido encontrar una que tiene unas características muy similares a la nuestra. Es esta.

 

Cacharros de cocina que no sabías que necesitabas

  1. Quick pasta (cocedor de pasta).

Es como la arrocera, pero para cocer pasta en el microondas.

Es el típico cacharro que crees que es inútil HASTA QUE LO PRUEBAS.

Es maravilloso que la pasta salga siempre perfecta sin tener que estar pendiente de removerla o de probar su punto de cocción. Además, te despreocupas y ahorras tiempo porque se cuece sola en el microondas mientras tú vas preparando la salsa, la carne o lo que quieras echarle.

Otro factor a tener en cuenta es el tiempo: mientras que en una olla convencional tardas 10 minutos en cocer la pasta más el tiempo que tarda el agua en comenzar a hervir, con este cacharro tendrás tu pasta lista en 10 minutos exactos (sin tener que añadirle el tiempo extra para que el agua alcance el punto de ebullición).

Puedes comprar la de Lekue aquí.

  1. Multicortador / Mandolina.

Todo el mundo lo usa, lo sé, pero es que nosotros antes éramos los típicos pringados que picábamos toda la verdura a cuchillo y perdíamos tantísimo tiempo…

Además os dejo un pequeño truco que mucha gente desconoce: el cabezal que es en forma de cuadrícula viene genial para cortar las patatas para freírlas (ahorras tiempo y terminan con un corte perfecto).

Puedes comprarlo aquí, que suele estar de oferta.

 

  1. Prensador de ajos / jengibre.

Para olvidarte de andar picando el ajo súper pequeñito y aprovechar su sabor lo máximo posible empleando el tiempo mínimo. Además, no sólo te lo prensa, sino que actúa de filtro y quita la parte interna del ajo y el pellejito transparente ese que lo recubre (las dos cosas que hacen que el ajo se repita).

Además, puedes usarlo con el jengibre fresco para darles sabor a muchos platos sin necesidad de tener que ponerte a cortarlo o rallarlo.

Puedes comprar uno como el mío aquí.

 

  1. Termómetro digital de cocina.

La verdad es que nosotros lo compramos con la idea de comprobar la temperatura interna de la carne para asegurarnos de que estuviera bien cocinada (sobre todo en el caso del cerdo, porque la ternera nos gusta tan cruda que a veces todavía muge cuando la cortamos —ja, ja ja—); pero el principal uso que hemos terminado dándole es el de asegurarnos que el aceite tiene la temperatura apropiada. Qué queréis que os diga, pero estábamos hartos de que las croquetas se quemaran por fuera y se quedaran frías por dentro (para algo pondrán la temperatura del aceite en el paquete, digo yo…).

 

Puedes comprarlo aquí muy baratito.

 

¡Y hasta aquí el recopilatorio!

¿Y vosotras? ¿Tenéis algún imprescindible que yo aún no tenga el placer de conocer?

 

@caoticapaula