Cómo ayudar a una amiga que está sufriendo acoso online.

 

Una de las formas de violencia de género más frecuentes que vivimos las mujeres en Internet es el acoso online. Pero exactamente ¿en que consiste? ¿y cómo lo podemos identificar para ayudar a una amiga o cualquier persona cercana que esté siendo atacada?

El acoso online consiste en la situación en la que una persona o colectivo utiliza un medio de comunicación tecnológico, una red social o una plataforma online para hacer daño o discriminar a una persona o colectivo por razón de género, como por ejemplo, la violencia machista hacia las mujeres o hacia las personas LGTBIQ+.

Todas podemos ser vulnerables y caer en la trampa de un acosador o pirata informático. De hecho, es posible que una persona de nuestro entorno ejerza este acoso incluso utilizando información íntima y/o privada. Por lo tanto, es muy probable que la persona acosada no sepa cómo actuar y que se encuentre paralizada por la ansiedad, así que es fundamental que ante estas circunstancias, y si la víctima nos ha contado todo lo que pasa, sepamos cómo ayudar.

Lo PRIMERO que hemos de tener en cuenta: a veces y sin ser conscientes, a pesar de que intentamos ayudar, podemos ejercer más presión y malestar hacia la víctima. Por ejemplo, hay que evitar a toda costa juzgar, recriminar y obligar a tomar decisiones sin que la persona se sienta del todo segura. Imagina que a tu amiga le está acosando un grupito de gilipollas porque su ex se está “vengando” de ella a través de enviar algunas imágenes comprometedoras. Frases totalmente a evitar serían:  “¿Cómo se te ha ocurrido?” / “Si no hubieras…”/ “Lo que tendrías que haber hecho…” / “Te avisé…” / “¿Qué esperabas?” Como decía anteriormente, todas podemos ser vulnerables y lo hecho, hecho está. 

 

Cómo ayudar a una amiga que está sufriendo acoso online

Y ahora, ¿qué es lo que podemos hacer? 

Crear una ZONA SEGURA.


– Utilizar un canal de comunicación que no sea el mismo que están utilizando los acosadores: si a tu amiga la acosan por Whatsapp, mejor usar otro mensajero una temporada.
– Compartir la ubicación para que el resto (personas de confianza) puedan saber donde se encuentra y acudir rápidamente a su encuentro o para que se sienta más segura.
– Si se tiene que quedar para hablar del tema, buscar un lugar que sea acogedor para la víctima y de su preferencia.
– Buscar apoyo emocional por parte de una persona especialista o de colectivos que tratan el tema de la violencia de género online.

 

GRABAR LOS ATAQUES.


Hay que grabar y tomar nota de lo que está pasando para tener pruebas. Si la víctima no se ve con fuerzas, podemos ayudarla y hacerlo nosotras:


– Pantallazos, guardar mensajes de voz, vídeos…
– Tomar nota de fecha y hora del ataque.
– Los nombres, nicks, nombres de usuario, de lo que sea de los agresores.
– URL de los perfiles y las publicaciones.
– Perfiles, usuarios, nicks relacionados con el agresor o agresores.
– Tomar nota de la IP en caso de que sea posible.

 

DENUNCIAR ONLINE.


– Publicar en nuestras redes sociales los casos de agresión y motivar a la víctima a que lo haga también utilizando las pruebas si quiere.
– Es importante saber que si se toma esta medida se tiene que tener cuidado de la seguridad de nuestras cuentas por posibles atentados.
– Tenemos que estar muy seguras de la situación y de las pruebas que delatan la agresión, puesto que el agresor también podría acusar a la víctima y a las personas implicadas de difamación.

 

Y por último IGNORAR (“no hay mejor desprecio que no hacer aprecio”)


Es otra vía válida que según el caso, puede llegar a ser la mejor opción. Por ejemplo, si a tu amiga le están haciendo ciberbullying en alguna red social, aconsejarle que pase del todo y poco a poco tratar de relajar sus preocupaciones. Aunque hay casos que son muy graves, a veces nos encontramos ante las tonterías de cuatro niñatos y lo mejor es pasar de ellos y olvidarlos. 

Por Mrs Ham