Es oficial, mi hijo de 14 meses recién cumplidos es adicto a los cuentos. Y la verdad es que es algo que me hace muy feliz porque yo era igual, y porque desde que se pasa el día rodeado de cuentos está mejorando muchísimo la comunicación y el lenguaje.

Supongo que no era el único bebé que hasta el año pasaba de los cuentos. Los mordía, los tiraba y no les prestaba atención. Entonces el Osito Tito llegó a nuestra vida y se obró el milagro.

Colección del Osito Tito aquí

Todos los cuentos de este Osito majete tienen mecanismos, por lo que enganchan por el efecto sorpresa de la magia que sucede en cada página. De tanto leerlos cada día (he llegado a repetirle el mismo 20 veces en 24 horas jaja), al final se aprende las páginas y en cuestión de días ya sabía hacer la vaca, el perro y se ha convertido en un experto león.

Los ama todos, pero si como madre tengo que recomendar uno es  ‘El gran libro de las primeras palabras’. Los primeros días solo quería pasar las páginas, pero ahora ya va señalando y es capaz de indicar con el dedo un montón de objetos además de empezar a decir otros en voz alta. Es una forma divertidísima de jugar y estimularles.

 

Además lo pisa y lanza por los aires y sigue vivo, algo importante si tus hijos también son un poco terroristas.

También le gustan mucho los que reproducen canciones como este del Barquito Chiquitito. Se pone a bailar y tararear como un loco.

Y este de la selva es que es una preciosidad. Lo tengo en la recámara porque todavía es un poco avanzado pero estoy segura de que en unos meses le encantará.

Me flipa ver su biblioteca crecer y que sea él el que coja un cuento y te lo traiga para leerlo contigo. Es una de esas pequeñas cosas que me emocionan de la maternidad y de ver cómo crece. ¡Espero que te sirva mi experiencia! :)

 

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