Partamos de la base de que nadie debería fingir un orgasmo. Cada cuerpo es un mundo y hay mujeres incapaces de lograr el orgasmo con la penetración. Esto no tiene nada de malo y si en este maravilloso país hubiese un mínimo de educación sexual y la gente no aprendiese a follar mediante el porno, los tíos sabrían eso. Por desgracia muchos se piensan que con metérnosla un par de veces ya nos corremos, y NO.

Somos muchas las que por la presión de ensalzar el ego de nuestro compañero sexual o no herir sus sentimientos, hemos fingido algún orgasmo. No está bien, lo sé, pero tampoco tenemos que fustigarnos. Lo curioso de fingir es que es como escupir hacia arriba, porque tu pareja o ligue jamás aprenderá a darte el placer tal y como te gusta y acabarás sintiendo una ansiedad terrible en torno al orgasmo.

Con el tiempo me he dado cuenta de que lo más importante para disfrutar del sexo es una buena comunicación, y esto engloba ser sincera en cuanto al sexo se refiere. A mí me daba pánico contar a mi actual pareja que había fingido orgasmos con él. Pensaba que se iba a enfadar (lo que habría demostrado que es un capullo… Por suerte no sucedió) o que iba a dañar su autoestima.

Basándome en mi experiencia, os quiero dar una serie de consejos. Algunos de ellos los puse en práctica y otros me los dio mi pareja, ya que según él podrían haber facilitado esta charla.

  • No lo pospongas. Cuanto antes le digas la verdad, antes podrás disfrutar del sexo.
  • No le culpes. En el hipotético caso de que tu pareja sea un poco torpe, aconséjale, guíale y cuéntale lo que te gusta, pero no es plan de machacar al pobre muchacho.
  • No te culpes. El cuerpo humano no es una máquina. No pulsas un botón y te corres, requiere dedicación, cariño y esfuerzo en muchas ocasiones. A veces todo irá rodado y llegarás al orgasmo sin darte ni cuenta y otras será necesario un poquito más de tiempo y empeño.
  • Háblale de la importancia de la masturbación y el sexo oral. No son preliminares, son una parte más del acto sexual.
  • Resalta las cosas que tu pareja hace bien y guíale positivamente a lo largo del proceso. Durante el sexo, en vez de centrarte en decir lo que está mal, felicítale por lo que hace bien. De este modo el sexo no se convertirá en un castigo o una obligación.
  • Escoge un momento tranquilo. No habléis de esto después de una discusión o en una situación en la que os encontréis tensos. También os aconsejo hacerlo en un ambiente no sexual, por ejemplo dando un paseo.
  • Mastúrbate. Disfruta de la masturbación en solitario más a menudo para descubrir lo que te guste y lo que no. Así será más sencillo compartirlo con tu pareja sexual.

¿Alguna vez has fingido un orgasmo? Si la respuesta es sí, ¿se lo has dicho a tu compañero sexual?