Hay algunas parejas que jamás de los jamases tienen un bajón de pasión. Otras lo sufren a los 2 años. Otras tras 5 años. Con esto quiero decir que no pasa nada, es algo normal y no debéis sentiros culpables por estar pasando por esto. Ni queréis a vuestras parejas menos, ni ellos a vosotras. Tampoco sois menos sexys, que quede bien claro. Se trata de una situación que puede afectar a cualquier persona pero que por suerte tiene remedio.

Sobra decir que cada persona es un mundo: algunos somos más sexuales y otros necesitamos menos sexo en nuestro día a día. A la hora de la verdad, yo creo que es mejor emparejarnos con personas acordes a nosotros en este aspecto. Sin embargo, es posible tener una relación sana siempre que respetéis vuestras necesidades y encontréis un punto medio en el que ambos estéis cómodos. La cuestión es hablarlo.

Hoy os vengo a dar algunos consejos que pueden resultaros útiles si estáis pasando por una mala racha en el sexo:

Analizad el por qué 

Por otro lado, tenéis que entender que todas las personas pasamos por rachas que nos afectan a nuestra salud física, mental y sexual. Por ejemplo, yo en septiembre del año pasado tuve mucho estrés laboral. Se me mezcló el trabajo con la oposición y me vi desbordada. Llegaba a casa con la cabeza saturada, los músculos tensos y con ganas de tirarme en el sofá. Lo último que quería era sexo. Lo más jodido es que cuando estaba en el trabajo pensaba «venga, hoy sí, hoy tengo ganas», pero a medida que pasaba el día me iba viniendo abajo. Lo hablé con mi pareja y me entendió, aunque a veces se sintió inseguro (y yo también). Para que os hagáis una idea, estuvimos tres semanas sin mantener relaciones sexuales. 

Hay miles de causas: estrés, cambios hormonales, ansiedad, la maternidad, problemas familiares, etc. Encontrad la vuestra.

No echéis balones fuera

Esto es un problema que os afecta a los dos. De nada sirve culpabilizar al otro, porque casi siempre hay una persona que no quiere sexo y otra que inconscientemente presiona para tenerlo. Ambos debéis comprometeros a cambiar ciertas conductas disfuncionales que están perpetuando la mala racha. Podéis hacer un «contrato» en el que poner por escrito lo que queréis cambiar, qué os gustaría que hiciera vuestra pareja, qué estáis dispuestas a hacer vosotras, etc.

La masturbación no es un pecado

Entiendo que es duro que vuestra pareja no quiera sexo, pero se siga masturbando. Parece muy incongruente y podéis sentiros fatal, traicionadas y con la autoestima por el suelo. Volviendo a ponerme de ejemplo, en mi mala racha yo no quería sexo, pero a veces me masturbaba en la ducha. ¿Por qué? Pues porque la masturbación es un acto de placer, de autoconocimiento y de descarga de tensión. El sexo es mucho más, y a veces puede provocar presión por satisfacer a la otra persona. Normalicemos la masturbación en nuestra pareja, y ya de paso masturbémonos más nosotras mismas.

Añadid juegos

Podéis comprar un juguete sexual para usar en pareja o inventaros vuestros propios juegos. Por ejemplo, escribir en varios papeles cositas sexuales y meterlos en un cuenco. Después sacas un papel y hacéis lo que os toque. Es una forma de variar, romper con la monotonía y divertiros en pareja.

Haced más cosas juntos, aunque no tengan que ver con el sexo

Salir de la rutina de vez en cuando es positivo. A mí me encanta estar en el sofá con mi chico viendo Netflix, pero también es necesario romper con eso y hacer cosas diferentes. Haced una cena especial con vino, música y sin nada en la tele de fondo. Id de fiesta juntos, los dos solos, sin necesidad de nadie más. Pasad el día en el parque de atracciones. Como veis, hay mil planes en pareja que pueden ayudaros a conectar y divertiros.

Estos trucos me ayudaron a superar mi mala racha, pero lo más importante es no obsesionarnos. ¿Qué trucos te funcionaron a ti?