El Gaslighting es una forma de manipulación psicológica que consiste en que una persona hace creer a la otra que su percepción de la realidad es errónea, haciéndola dudar de todo lo que dice o hace e invalidando sus emociones con argumentos tipo “yo nunca he dicho eso, son imaginaciones tuyas”, “tú no te acuerdas pero hiciste/dijiste X”… ¿Te suena? Vamos a poner en común algunos de los puntos que podrían indicar que te están haciendo gaslighting

Si siempre te ves como la culpable de las cosas que pasan: Si la otra persona te hace sentir siempre que tú eres la causante de vuestra discusión o problema, lo cual te hace más difícil compartir cómo te sientes, y has terminado por creer que realmente es así.

Si te tachan de ser demasiado sensible: Cada persona tiene su manera de sentir y expresar sus emociones. Nadie debería juzgar a otro por esa forma de gestionar porque hay personas con sensibilidades más altas que otras, al igual que hay rubios y pelirrojos. Si siempre te salta con que te tomas las cosas muy a la tremenda, que eres una exagerada o el clásico “estás loca”…Desconfía.

Si el otro nunca asume su responsabilidad: “Dos no pelean si uno no quiere”. Ya lo dice el dicho. En la vida, todos actuamos acorde a nuestros valores y eso puede chocar con los de otras personas e incluso hacerles daño. Por eso es importante que todos asumamos nuestra responsabilidad en cada situación. Si las conversaciones siempre derivan en que la otra persona no asume las suyas y termina dándole la vuelta para que seas tú la culpable e incluso tú llegues a justificarle…Alerta Gaslighting. 

Si tenéis conversaciones confusas: De esas que empiezan bien pero la otra persona empieza a girar, darle vueltas, llevar a otro lado…total, que terminas pensando “¿cómo hemos llegado a hablar de esto?” y sintiéndote la mala de la película. La técnica del despiste es también una posible señal de Gaslighting: “derivo la conversación hacia otro lado y evito afrontar lo que me estás diciendo”. Terminar todas las conversaciones confundida e incluso cuestionándote a ti no es buena señal.

 

Si te sientes menos tú: Cuando constantemente nos hacen ver que lo que decimos, sentimos o pensamos no es lo correcto, terminamos creyéndonoslo y alejándonos completamente de nosotras mismas. Si es tu caso y te sientes alejada de quien eras hace un tiempo, si sientes que todas esas veces que te han dicho “estás loca”, “son imaginaciones tuyas” o “estás exagerando” han hecho mella en ti o no te sientes igual de libre para expresar lo que sientes o necesitas…Es otro signo muy posible de que estás siendo manipulada. 

Si pides perdón por todo, aunque no sea cosa tuya. Si has interiorizado tanto, tanto, tanto que eres la mala de todas las situaciones, es muy posible que te disculpes antes incluso de saber si has hecho algo malo. 

Si ya no confías en ti misma: Si dudas de tu valía, de tus capacidades, dudas del amor de la gente que te rodea…Es muy común que la manipulación y esa insistencia en que somos la causa de todos los males de la otra persona nos lleve a sentirnos poco válidas. Sentirnos así no trae nada bueno, puesto que tendemos a pensar que nadie querría estar a nuestro lado por ser de esa forma y perdemos nuestra capacidad de decidir por nosotras mismas, por lo que necesitamos la validación del resto para saber si estamos haciendo las cosas bien. 

Si no te sientes feliz pero no sabes muy bien por qué: Muchas veces cuando estamos siendo manipuladas empezamos a sentir ansiedad, tristeza, pensamientos cíclicos sobre nuestra vida…Nuestra mente siempre alimenta los pensamientos que tenemos mezclados con las emociones y muchas veces nos cuesta ser consciente de lo que estamos viviendo. La cuestión es: Si no te sientes feliz pero no sabes encontrar el por qué, solo sabes que algo no funciona…Empieza a escucharte y analizar qué pasa realmente a tu alrededor. Te mereces ser feliz, igual que el resto del mundo. 

Si te sientes aislada de tu familia o amigos: Por desgracia es un clásico en la manipulación el aislarte de tu entorno cercano y acercarte más a la persona que te manipula (que evidentemente, tú no eres consciente de que lo hace). Si hoy te has dado cuenta de que estás más alejada de lo que te gustaría de tu grupo de amigas o de tus familiares, puede ser un buen momento para dar ese paso al frente y llamarles o hacerles una visita. Puede parecerte un gesto minúsculo pero estás un pasito más lejos de la manipulación a la que estás sometida.

 

Redacción WLS