Seguimos con los post de mudanciles, venga niña que lo traigo bueno y barato.

Esta vez nos han preguntado mucho también sobre truquis para mudarte sin que parezca que ha pasado el Katrina por tu nuevo piso. No es tarea fácil, pero aquí van algunas ideas para que dentro lo que cabe, lo hagas de la manera más organizada posible.

1) Abastécete:

Antes de nada, compra provisiones. Píllate cajas de diferentes tamaños. Rotuladores, etiquetas y MUCHA cinta adhesiva. Ahí reside la clave hermana. Nadie quiere que tus bragas de bisabuela se desperdiguen por todo el camión y menos el conductor.

Imprímete un horario semanal, así puedes dividir tu tiempo disponible por secciones. Lunes: cocina, martes: armarios… es más fácil dividir secciones y nos volverá más efectivos que verse luego en el piso con todo desperdigado sin saber por dónde empezar.

2) No tengas piedad:

Si no cumples este paso a raja tabla, ya te digo yo que de mudanza bonita y sensilla nada. es FUNDAMENTAL que escondas tu versión más diógenes y tires (o dones) todo aquello que ya no utilizas o te suplica llorando que acabes ya con su vida útil. Una de las pocas cosas buenas que tiene una mudanza es que te das cuenta de toda la mierda que acumulas y es la excusa perfecta para ir más ligera de equipaje, así que coge una bolsa de basura de las grandes y tira todo lo que ya no tiene cabida en tu nueva vida Y SÍ, estoy hablando de esos pantalones que no te entran ya ni en una pierna pero que ay, te vas a apuntar al gym el lunes y seguro que te entran. No, amiga, no. A la bolsa.

3) Separa por clases:

Mi madre me enseñó una cosa que para mi es verdad verdarera pa’ siempre. Cada cosa en este mundo tiene un lugar. Pues tú haz caso a mi madre que es una fuente de sabiduría popular y mete tus mierdinchis en cajas por habitación e incluso por muebles.  Todo lo que vaya en el mueble de la televisión, en una caja. Los libros de la estantería del pasillo, en otro. Así ahorras tiempo para luego no tener que estar buscando las zapatillas de estar por  casa entre las cajas del baño. En la etiqueta de la caja especifica el mueble y la habitación a la que pertenece. Fácil y sencillo oiga.

Tú cuando no sabes por dónde empezar

4) Prepara tu kit de supervivencia:

Sólo sáltate el paso anterior a la hora de preparar tu kit de supervivencia. Mete en una caja pequeña todo aquello sin lo que no podrías vivir. Aquello por lo que entrarías en tu casa en llamas esquivando como loca a los bomberos, lo que te llevarías si un huracán tipo película americana azotara tu barrio. ¿Me entiendes, no? Mete ahí documentos personales, llaves, cargadores y cosas mega ultra importantes que quieres tener localizadas sí o sí. El cofre del tesoro hamijas.

Tú buscando dónde pusiste las llaves del coche

5 ) Limpia como una condenada:

Antes de llevar nada, limpia como una maldita todo lo que puedas la casa nueva, piensa que no sabes qué o quién ha puesto sus cosas ahí, así que échate el alcohol desinfectante, el limpia cristales y los estropajos a la espalda y ponte manos a la obra. Es mucho más fácil limpiarlo todo y luego colocar, que hacerlo en orden inverso.

6) Deja las cajas en la habitación correspondiente:

Este paso es uno de los que a mí me aporta más tranquilidad. Tener 30 cajas en una misma habitación agobia y mucho. Es más fácil dejarlas por secciones, las cajas de la cocina en la cocina, las del baño en el baño y así. No es lo mismo ver 5 cajas en una habitación, que el triple. Además así te sentirás más satisfecha contigo misma cuando termines una habitación y sentirás que avanzas mejor. Como consejo, yo empezaría por la cocina, suele ser la habitación fundamental de la casa. Asegúrate de envolver bien los alimentos que seguros que no quieres tirar medio paquete de garbanzos por el suelo de tu cocina.

7) Sé constante:

Mudarte da pereza, lo sé. Pero el sentido de poner cada caja en su habitación correspondiente es que no dejes ninguna sin abrir, porque es una regla universal. Si una caja lleva más de una semana sin abrir, ya se queda ahí durante tres meses más. Lo mejor es que te pongas una fecha límite para cada habitación y así no te retrasas en el planning. Si no puedes llevar todas las cajas de una vez, ve llevando por habitaciones y en función de su utilidad. Es decir, cocina, baño, antes que el dormitorio, y así…

Cuando aún no has abierto la caja con la ropa de invierno.

 

En conclusión, mudarse no es fácil, sobre todo para las desordenadas de la vida como yo, pero es mucho más fácil si nos ponemos un calendario y unas pautas a seguir.

¿Y a ti? ? ¿Te gustan las mudanzas?