Las relaciones a distancia son más jodidas de lo que parecen. No solo tienes que tener una muy buena relación con tu pareja y quereros mucho, sino que tú tienes que tener un nivel de seguridad que te permita estar en paz con la situación. Mi relación a distancia duró alrededor de un año y medio y admiro profundamente a quienes pueden estar 6 o 7 años porque a mí ese corto tiempo se me hizo bastante duro. Hoy quiero compartir con vosotras aquellas cosas que más me pasaron en el tiempo que estuve a distancia con mi chico. Estoy segura que compartiremos algunos.

 

-Esos momentos en los que piensas “ojalá estuviera aquí”. Si de por sí en la fase del enamoramiento todos queremos pasar tiempo con la otra persona, cuando esos momentos se reducen considerablemente te das cuenta de cuántos momentos emocionantes, divertidos o incluso tristes te encantaría poder compartir con esa persona. 

 

-Los planes de futuro se complican. Si la relación tiene vistas de seguir a distancia durante bastante tiempo, es difícil imaginarte planes de futuro como cualquier pareja suele hacer. Lo de vivir juntos, tener una mascota o viajar por el mundo siempre se ve entorpecido por el pensamiento de “vete a saber dónde y cómo estaremos de aquí a allí”.

 

-Te aborda la gente con su pesimismo. Las relaciones a distancia están en general mal vistas. Mucha gente suele poner cara de desespero o incluso usa expresiones del tipo “uf, yo no podría” cuando les mencionas que estás en una. Cuando lo llevas bien, no te importa lo que otros digan pero si te pilla en una etapa algo menos buena acaba afectándote más de lo que parece. 

-Si eres insegurx, lo vuelcas mucho más en el otro. Sobre todo por mi parte hubo una época en la que fue muy difícil llevarlo. Estaba en un momento personal complicadísimo y me invadía una tristeza enorme cada vez que echaba de menos a mi pareja o él hacía planes que me apetecía compartir con él. La inseguridad en uno mismo es muy complicada porque se extrapola a muchos ámbitos de nuestra vida y en mi relación la mía se vio súper clara. Los celos que nunca había mostrado en mis anteriores pareja, la tristeza de sentirme sola cuando mi novio hacía otros planes…Fue bastante duro darme cuenta de lo que me estaba pasando porque era algo que no podía controlar, que a la vez me alejaba de esa “mejor versión” de mí misma que me gustaba ser y que sentía que la distancia intensificaba más por mis propios miedos. Siempre defiendo que cualquier persona merece ser amada, sea lo que sea por lo que esté pasando, pero reconozco que inseguridad y relación a distancia no son buenas amigas y pueden llevar a muchos conflictos evitables. 

 

Lógicamente, no todo iba a ser malo, también hay cosas que una relación a distancia te permite y que son la bomba. 

 

-El tiempo juntos es de calidad. De hecho algo que me pasó a mí al vivir con mi pareja después de un tiempo separados es que cuando cogimos la costumbre de la convivencia no teníamos la misma implicación porque el tiempo juntos fuera de calidad y lo echábamos de menos. Fue algo que tuvimos que trabajar porque al vivir juntos y vernos a diario, se perdió esa cosa del inicio en la que tratábamos de compartir un tiempo juntos que nos hiciera conocernos más y disfrutar el uno del otro. 

 

-El sexo es intensísimo. Es como que comprimes todas las ganas de hacerlo para que la vez que os veáis sea la hostia. Otra cosa que a veces, una vez vives juntos, tienes que esforzarte por trabajar y no caer en la monotonía y la rutina. Cuando estás a distancia estás deseando ver a esa persona para llevar a cabo todos los planes diabólicos que han surgido en las conversaciones subiditas de tono, y vaya si los cumples…

 

-A la hora de la convivencia sientes que hay sorpresas pero también ventaja. Me explico. En una relación a distancia no siempre terminas de conocer 100% a una persona porque eso suele pasar cuando convives con ella. Por eso, cuando lo haces, aunque siempre salen cosas que no conocías de tu pareja y que pueden llegar a sorprenderte, sientes como si el tiempo a distancia hubiera valido doble, como si le llevaras ventaja al tiempo y conocieras a tu pareja desde mucho antes de realmente hacerlo. 

 

No sé si se os ocurren más cosas que os hayan pasado y que a mí se me han escapado en el texto. Compartidlas, ¡que quiero saberlas! Por lo pronto deciros que, como todo, las relaciones a distancia tienen su parte buena y su parte mala pero que todo es cuestión de tener claras nuestras prioridades y objetivos y saber si el amor hacia la otra persona pesa más que los kilómetros.

 

Redacción WLS