¿Estás en una relación monógama pero alguna vez has pensado en abrirla? ¿quieres explorar tu sexualidad con otras personas, pero mantener la parte emocional cerrada con tu pareja?¿Te apetece probar a ir a un club swinger, hacer un trío o acostarte con una mujer, pero sin perder a tu pareja? Si alguna vez has pensado en abrir tu relación, o ya tienes claro que deseas probar, te dejo algunos consejos basados en mi experiencia que espero puedan ayudarte en tu camino, y cosas a evitar para que te sea más sencillo y no cometas los mismos errores que yo cometí:

 

1- Cuando comuniques que quieres abrir la relación, dale tiempo a tu pareja a pensarlo, hacerse la idea y decidir de forma genuina si quiere lo mismo.

 

No ejerzas presión, ni pretendas hablar del tema un martes y que el sábado de esa misma semana puedas acostarte con ese crush que llevas tanto tiempo teniendo. Es un tema delicado, puede levantar mil heridas a tu pareja, provocar recelo, confusión y dudas. Deja espacio y tiempo para que se asiente la idea, podéis volverlo a hablar de nuevo cuando ambas partes se vean preparadas. Y, por supuesto, ten en cuenta la posibilidad de que te diga que no es lo que desea. Si es así, no puedes hacer nada más por convencerle, y no te recomiendo que lo hagas. A más presión, más inquina y peor va a ir todo.

 

2- Ten muy claro qué quieres tú exactamente y cómo te gustaría llevarlo a cabo.

Al principio todos pasamos mucha confusión en cómo hacerlo, qué queremos, qué límites poner, con qué estamos cómodos y con qué no, y veo un patrón que se repite mucho: al principio pones reglas muy estrictas, hablas de millones de escenarios posibles, limitas el dónde puede ocurrir, el cómo, el cuándo, porque estás insegura y quieres mayor control de las situaciones. Es normal, poco a poco iréis viendo qué acuerdos os funcionan y cuáles no, podéis ir variándolos. Os prometo que, si los cumplís y reforzáis en vuestra relación que todo sigue bien, que os seguís queriendo muchísimo, que lo que hagáis con otras personas no cambia vuestro vínculo (de hecho, sorprendentemente, muchas veces os acerca más) y os dais apoyo mutuo, puede salir muy bien. Yo he disfrutado muchísimo de mi pareja abierta, he sido felíz compartiendo con otras personas y, aunque al principio me costase como es normal, he podido llevar de forma tranquila que mi pareja también se acostara con otras personas. 

3- Te doy un consejo valiosísimo: no pidas no saber cuándo y con quién se está acostando tu pareja.

 

Aunque te pueda sonar como algo que te va a proteger, un manido: “ojos que no ven, corazón que no siente”, por mi experiencia y la de conocidos, a la larga hace el efecto contrario. Te vuelves más paranoico, te inventas historias, siempre magnificas qué está ocurriendo (a lo mejor tu pareja se acuesta solo con una persona más a parte de ti, pero en tu cabeza vamos está haciendo orgías hasta con su profesora de pilates). Habrá días que haya quedado a jugar con los colegas y tú pienses que ha quedado para follar, y os veréis inmersos en una situación de tener que mentir activamente, o al menos maquillar mucho la realidad, para que no se sepa cuándo quedáis para follar. Aunque al principio sea muy duro (créeme, he pasado ese primer infierno), saber cuándo y con quién está tu pareja, es mucho más fácil de trabajar. Esto no tiene nada que ver con que os deis detalles de los encuentros o las situaciones con otras personas: eso ya va a gusto del consumidor. Yo siempre he pedido que los detalles sobre cosas que hace en la cama con otras personas se los guarde, pero sí sé con quién se está acostando y cuándo queda con gente, igual que él lo sabe de mí.

 

4- Al principio, todos ponemos el mismo límite: no se duerme con otras personas. Creemos que eso nos protege de que se enamoren de alguien más, pero puede ocurrir igual.

 

Yo no estoy diciendo aquí que poner ese límite esté mal, para nada, aquí cada uno que acuerde lo que le haga felíz y le ayude a estar seguro y vivir felíz en la relación abierta. Solo digo que si tu pareja se va a enamorar de alguien, lo va a hacer igual duerma con ella o no, si se enamoran de otras personas hasta en monogamia, créeme que hay poco que puedas hacer para que no ocurra. Lo que sí que está en tu mano es, si llega a pasar, decidir si quieres seguir en esa relación con la persona o no.

 

5- Es posible que en los primeros encuentros con otras personas te aparezca un sentimiento de culpa. Recuerda que no estás haciendo nada malo.

 

Es muy común, especialmente en las mujeres dentro de la no monogamia, que las primeras veces nos sintamos culpables. Se nos enseña a ser fieles, a tener una única pareja sexual y romántica y a no cumplir nuestros deseos sexuales fuera de esta. Pero recuerda amiga mía, tú has pactado esto con tu pareja, cumple vuestros acuerdos pero disfruta, no estás haciendo nada malo.

 

6- Es muy probable que en ciertos momentos uno de los dos tenga más encuentros fuera de vuestra pareja que el otro: no os comparéis, no es una competición.

 

Si decidimos abrir la relación, que sea desde el más absoluto respeto y cariño, que seamos parte de un mismo equipo, que hagamos esto por disfrutar y ser más libres, no para empezar una competición absurda de quién folla más o quién tiene más parejas sexuales. Hay momentos en los que yo he estado follando con dos chicos y mi pareja con nadie, otros en los que yo estaba a tope currando y no me apetecía, y mi chico se estaba viendo con alguien más, y momentos en los que hemos estado solos, aunque tuviésemos la opción de follar con más personas, simplemente porque nos apetecía. Tomadlo con calma pero tened en cuenta cada día que no estamos compitiendo, nadie gana ni pierde.

 

7- Abrir la pareja puede y normalmente saca demonios de vuestra propia relación.

 

Abrir la pareja es una catapulta perfecta para que vuestros problemas relacionales salgan más a la luz. Os recomiendo abrirla en un periodo en el que estéis bien, que estéis muy dispuestos a dialogar sobre todos esos demonios y trabajarlos, y en ningún caso abrirla como solución mágica a que vosotros estéis mal. Si estáis mal, abrir la pareja va a hacer que estéis peor, porque son todavía más cosas que gestionar y todas son nuevas.

 

Con todo esto, si tenéis ganas de probar yo os invito totalmente a ello, yo no me arrepiento para nada de haberlo hecho. 

 

Te falta perreo