Seguro que las que sufrís SOP (Síndrome de Ovario Poliquístico) no solo sabéis de lo que voy a hablar, sino que lo sufrís. El hirsutismo es el aumento de crecimiento y densidad del vello facial y corporal en las mujeres, sobre todo en rostro, pecho y/o abdomen. Suele ser más grueso y oscuro de lo que debería, aparte de más abundante. Y esto, cuando eres adolescente y siendo la gente como es, no es fácil.

Yo sufro hirsutismo, en mi caso lo sufro en el rostro, así que entre que tengo la piel súper clarita, y el pelo oscuro, desde que empecé a desarrollarme tenía casi tanto bigote como mi padre. Al principio no le daba ni importancia, es que ni siquiera me fijaba en eso —ni en los puntos negros de mi nariz—, hasta que, por supuesto, una metomentodo a la que nadie le había preguntado nada decidió abrir la boca y decirme a mis trece años:

—Bonita, deberías quitarte ese bigote, que hace muy feo. Lo digo por tu bien, ya sabes.

Y entonces, ese vello facial pasó de ser invisible para mí, a ser una auténtica obsesión. Encima, por supuesto, la gente te habla de que hay que quitarlo, pero no de lo doloroso que es hacerlo, porque encima, hace más de veinte años, la depilación láser creo que ni existía. Y si existía, desde luego no estaba al alcance de todos.

Así que ahí veis a una pobre niña de trece años, delante de un espejo, intentando quitarse con pinzas, pelo a pelo, el vello del bigote. Con lo que duele. Si me quité dos sin romper a llorar, tengo que dar gracias. Como no quería que me doliera, decidí empezar a afeitarme como hacía mi padre, pero claro, cuando salía, se veía aún más denso, más fuerte, y sentía que rascaba.

De ahí, pasé a la cera, que encima me irritaba la piel, porque la tengo sensible, y acababa con toda la zona enrojecida, abultada y más sensible aún. También probé la crema decolorante, pero, aunque camuflaba el vello, os juro que yo lo seguía viendo y me daba mucha ansiedad.

En una sociedad en la que por todos lados te dicen que tienes que estar delgada, vestir de X o Y manera, no tener vello porque eso es de hombres y antihigiénico… Ser una niña gorda, sin autoestima y con hirsutismo es durísimo. Y pasé mi adolescencia así: prefería la irritación de la piel, con lo mal que lo pasaba, a que se me vieran los pelitos. Prefería pasar un mal rato haciéndome la cera o quitándome los pelos con pinzas, a que se me viera un solo pelito.

El paso de los años me hizo ir cambiando algunas cosas. Sí, a día de hoy me sigo depilando el vello del rostro, pero no por lo que diga la gente, sino para que el maquillaje quede perfecto cuando lo aplico y no se vea la textura del vello tintado con la base o el aquacolor. Y claro, el pelo da, además, unos volúmenes que no quedan bien. Pero, por suerte, las cosas han ido cambiando y llegó a mí la depilación láser. Y esta, la verdad, me vino muy bien.

Como todo, tiene sus pros y sus contras, pero tras sopesarlos, para mí los pros ganaron a los contras. Como os he dicho, yo tengo la piel muy clarita y el pelo muy oscuro, por lo que el láser, en mi caso, es muy efectivo.

No me irrita tanto la piel como la cera —un poquito sí, las primeras horas, pero ni punto de comparación— y, desde que me lo hago, el vello sale más fino. Sí es verdad que durante un tiempo me salió más cantidad, que el láser, al principio, estimula los folículos para que salgan más y acelerar el proceso de eliminación, pero poco a poco ha ido desapareciendo y, a día de hoy, casi no necesito sesiones, porque como sale tan suave, lo puedo quitar con las pinzas sin llorar.

Sé que muchas personas sufren este desorden hormonal, que habrá mujeres que lo seguirán sufriendo, así que mi pequeño consejo es el siguiente:

Primero, pasad de lo que diga la gente. El vello es parte de nuestra anatomía, y no es antihigiénico, al revés: si está ahí, es por algo. Si fuera antihigiénico, los hombres también deberían depilarse del mismo modo, porque nos sale vello en las mismas partes que a ellos.

Y segundo, en caso de que queráis deshaceros de él, hablad primero con especialistas, porque una mala elección os puede dañar la piel, y al final es peor eso que tener algo de vello. Por favor, a veces nos olvidamos de que la piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, y el que menos mimamos, así que cuidadla también.

Y tercero, chicas con hirsutismo, no estáis solas. Somos muchas las que vivimos con ello, así que no tengáis miedo hablar del tema, de preguntar y de compartir vuestras vivencias. Estamos aquí para apoyarnos unas a otras.

 

Nari Springfield.