Lo primero es crear el grupo de Whatsapp. Justo lo que estabas deseando, un grupo nuevo en el que el 80% de las participantes están en el 80% de tus grupos. También hay dos o tres desconocidas que tu amiga ha pedido que por favor, les aviséis de la despedida y ahí os veis todas juntas, listas para dar vueltas y vueltas para elegir cuatro cosas. Os va a costar más decidir que si tuvieseis que compraros un piso

Elegir fecha: Si a un grupo de treintañeras le cuesta quedar un día todas para echar una cerveza, intentar ponerse de acuerdo en un fin de semana entero, solo quiere decir una cosa: alguien tiene que ser sacrificada. Aquí se crea el primer subgrupo de whatsapp para echar a las desconocidas. También comienzan las discusiones sobre qué es más importante: una boda de una prima, un festival, salir de cuentas o un examen. ¿Eh? ¿Qué es?

Elegir destino: La mejor amiga del alma de la novia propondrá cosas tipo París, Londres, Marrakech wanderlust whatever. Si es una de vuestras primeras despedidas, quizá os animéis y os montéis un finde internacional. Después la cosa varía entre Madrid, Barcelona, casa rural en La Rioja o cenar un sábado en un restaurante chachi de vuestra ciudad.

 

Elegir actividades: una cata de vinos en la que no aprenderéis nada pero os pondréis contentis, un tablao lleno de despedidas de esas que llevan una banda de Miss, beauty party para que la experta en maquillaje intente quedar por encima de la maquilladora todoelrato, en un alarde de originalidad alguien propone scape room y a las madres del grupo todo les parece bien mientras haya alcohol.

Elegir enemigas: te has callado muchos días, pero ya no aguantas más. No aguantas a la amiga de la uni. Ni a su compañera de trabajo. Como vuelva a llevar la contraria una vez más sin proponer nada a cambio, la matas. El subgrupo vuelve a estar on fire. No eres la única con instintos asesinos. Por muy negativo que suene todo esto, estáis reforzando vuestra amistad a tope.

Elegir disfraz: Si sois de esas que no podéis pasar sin disfrazar a la novia, allá vosotras. Porque os espera ooootra discusión eterna. ¡sevillana!¡bailarina!¡pollo! ¡polla! Y ooootra discusión, que confiamos en que acaben en no pollas (en la cabeza).